Mide 3.828 mm de largo, 1.660 mm de ancho y 1.544 mm de alto. Por longitud está entre el Lupo (3.527 mm) y el Polo (3.897 mm). No reemplaza completamente al Lupo, que se seguirá fabricando en Bruselas en las versiones GTI, 1.2 TDI 3L y con volante a la derecha en todas las variantes. El Fox se fabrica en Curitiba (Brasil). En América del Sur ya se vende, con ciertas variaciones en su equipamiento (más básico) y en algunos materiales empleados.
Está derivado del Volkswagen Polo (aunque no coinciden exactamente las dimensiones de las vías y de la batalla). Con respecto a éste, el Fox tiene ajustes distintos en la suspensión trasera, tiene frenos de tambor en las ruedas posteriores (en lugar de discos), y la carrocería está más elevada.
Los tres motores disponibles para el Fox están presentes en otros coches del grupo Volkswagen, aunque en el caso del Fox tienen ligeras modificaciones.
En los dos más potentes (el gasolina de 1,4 litros y 75 CV, y el Diesel de 69 CV), estas modificaciones han estado dirigidas a conseguir el par máximo a un régimen más bajo.
El gasolina de 1,4 l da 124 Nm a 2.750 rpm, en lugar de 126 Nm a 3.800 rpm que da este motor en otros modelos.
El Diesel de 69 CV da 155 Nm a tan sólo 1.600 rpm; en otros modelos con este motor en su variante de 75 CV dan 195 Nm a 2.200 rpm. Este motor tiene cambios en el diseño de la cámara de combustión, en las válvulas y en los inyectores. Un aspecto interesante es que cumple las normativas anticontaminantes Euro 4.
En todos los casos, el consumo es más alto que en el Ibiza, el Polo o el Lupo, y las prestaciones más lentas. Lo peor del motor de 1,4 l comparado con la competencia, es el consumo (tabla comparativa).
A pesar de ser ligeramente más ancho y 79 mm más alto que un Polo (la altura de la carrocería del Fox es más propia de monovolúmenes de su tamaño que de un turismo), tiene la misma superficie frontal que un Polo (2,04 m2), según datos de Volkswagen (que pueden ser erróneos). El factor de resistencia también es el mismo en ambos casos (0,65).