Volkswagen ha puesto a la venta el Passat con tracción total «4Motion». Está disponible con tres motores, dos de gasolina de 150 ó 250 CV y un Diesel de 140 CV, y las dos carrocerías, cuatro puertas y familiar «Variant» (lista con todas las versiones).
Los precios están comprendidos entre 29.340 € y 38.980 €. Estos son otros modelos de tamaño similar que también tienen tracción total.
Tiene tracción total conectable de forma automática mediante un embrague multidisco «Haldex» controlado electrónicamente. Es la primera vez que el Passat utiliza este sistema, puesto que las generaciones anteriores tenían un diferencial «Torsen» (llevaban el motor colocado de forma longitudinal, no transversal).
En línea recta, y cuando todas las ruedas tienen la misma adherencia, el embrague «Haldex» envía un 10 por ciento de la fuerza del motor a las ruedas traseras. En función de la situación, puede llegar a hacer solidarios los semiejes delantero y trasero repartiendo la fuerza entre ambos por igual (más información de este dispositivo).
Durante la presentación en Alemania he tenido la oportunidad de conducir el coche sobre nieve. Con los neumáticos de invierno que montaba (Dunlop SP Winter Sport 235/45R17 M+S) la adherencia era suficiente para arrancar en rampas (no muy pronunciadas) con nieve muy compacta; en este tipo de nieve resulta más difícil traccionar que cuando está recién caída. Si se acelera con decisión, y patinan las ruedas delanteras, es muy evidente el pequeño retraso que hay hasta que las traseras comienzan a traccionar.
También tuve ocasión de dar unas vueltas a un pequeño circuito de nieve donde se podía apreciar la ayuda que aporta el control de estabilidad y tracción sobre firmes muy deslizantes. Con estos dispositivos conectados no es necesario acelerar con delicadeza para evitar que el coche se cruce y, en las curvas, es mucho más difícil perder la trayectoria, gracias a que el ESP puede frenar selectivamente cada una de las ruedas. Iniciar la marcha desde parado es también más sencillo, excepto cuando la adherencia es muy reducida; en este caso es preferible desconectarlo para evitar que frene las ruedas y limite la potencia del motor.
Los dos motores de gasolina son de inyección directa. Uno es el de 2,0 l de cilindrada y 150 CV que ya estaba disponible con las versiones de tracción delantera. El otro es nuevo: tiene seis cilindros en V estrecha con 3,2 l de cilindrada e inyección directa FSI; da 250 CV de potencia máxima, la misma cantidad que el motor del Golf R32 (que es del mismo tipo, pero con inyección indirecta). Es un motor suave y que se oye poco desde el interior. Permite tener una reserva importante de aceleración cuando se circula a alta velocidad: por autopista, a velocidad muy alta, si se acelera a fondo el coche gana velocidad con facilidad.
El 2.0 FSI tiene una caja de cambios manual o una automática «Tiptronic»; el 3.2 V6 FSI trae exclusivamente la caja de cambios automática de doble embrague DSG.
El motor Diesel es el 2,0 l y 140 CV. De serie lleva una caja de cambios manual de seis velocidades; opcionalmente puede llevar la DSG (prueba del Passat Variant 2.0 TDI DSG).
Además de la suspensión deportiva opcional que baja la carrocería 15 mm (de serie con el equipamiento «Sportline») hay otra que la sube 20 mm (no disponible con el motor 3.2 V6 FSI).