El Audi Q5 Sportback es una variante del Audi Q5 con una carrocería ligeramente distinta en su mitad posterior, al igual que ocurre entre el Q3 y el Q3 Sportback. Sus principales alternativas son el BMW X4 y el Mercedes-Benz GLC Coupé, aunque también tienen un planteamiento similar el Alfa Romeo Stelvio y el Porsche Macan. Este Audi deja una impresión muy buena en prácticamente todos los apartados, igual que el Q5 normal, respecto al que pierde algo de practicidad (poca) porque la altura libre al techo en las plazas traseras es más pequeña y tiene un maletero un poco menos capaz (impresiones del interior). Es un coche bien construido, cómodo, silencioso y muy refinado (impresiones de conducción).
Está a la venta desde 60 030 euros con un motor Diesel de 163 caballos. También hay disponible otro motor Diesel de 204 CV y uno de gasolina de 265 caballos, así como dos versiones híbridas enchufables con 299 o 367 CV (todos los precios del Audi Q5 Sportback 2021). La versión más deportiva se denomina SQ5 Sportback, tiene un motor Diesel de 341 CV y la tratamos por separado aquí. Todos tienen cambio de marchas automático y, algunas versiones, tracción en las cuatro ruedas.
La versión básica del Audi Q5 Sportback es menos costosa que sus alternativas principales, pero solo tiene tracción a un solo eje (el delantero). El Audi y el Mercedes-Benz están empatados por potencia y el BMW tiene mucha más (ficha comparativa). Todas las versiones con motor Diesel y de gasolina a la venta del Q5 Sportback disponen de hibridación ligera y por ello tienen el distintivo medioambiental ECO de la DGT.
Las dos versiones híbridas enchufables, que se denominan 50 TFSIe quattro y 55 TFSIe quattro, tienen 299 y 367 CV (ficha comparativa de los Q5 Sportback híbridos enchufables). Ambas llevan una batería de 17,9 kWh de capacidad bruta (14,4 útiles) y su autonomía homologada en modo eléctrico es de entre 59 y 62 km. También comparten el motor de gasolina, de cuatro cilindros y 265 CV (es el de la versión 45 TFSI quattro) y el eléctrico de 143 CV; la diferencia en la potencia total se debe únicamente a una limitación electrónica. Como se puede apreciar en esta ficha comparativa, el Q5 Sportback 50 TFSIe quattro cuesta ligeramente más que el Mercedes-Benz GLC Coupé 300 e, su principal alternativa.
El Q5 Sportback tiene una silueta distinta a la del Q5. Sin embargo, la altura de la carrocería es prácticamente la misma, así como la longitud y la anchura. En el habitáculo, la única diferencia se halla en la altura libre al techo, que es ligeramente menor (hay dos centímetros de diferencia) y en la capacidad del maletero, que igualmente es más pequeña (10 litros de diferencia, que es muy poco). Mediciones del interior. Por lo demás no hay diferencias reseñables. El habitáculo está muy bien acabado, con una buena ergonomía y con unas pantallas que funcionan muy bien. Un lugar agradable donde pasar tiempo.
El sistema multimedia es el mismo que lleva el Q5 convencional, pero también los A4 y A5 (MIB3). El llamado MMI Navegación Plus consta de una pantalla táctil central de 10,1 pulgadas y un sistema de reconocimiento de instrucciones por voz sofisticado que responde a órdenes dadas de forma menos encorsetada que en generaciones anteriores del sistema MIB, además de poder conectarse con la información proporcionada por otros Audi con este mismo sistema relativa al tráfico (retenciones, condiciones meteorológicas adversas, etc.).
De serie, el Audi Q5 Sportback trae faros de ledes, portón con accionamiento eléctrico, instrumentación mediante pantalla y suspensión deportiva. El sistema de alumbrado se puede mejorar con unos faros matriciales (Matrix LED) o instalando unos pilotos con tecnología OLED. Con estos pilotos es posible configurar tres patrones de luz distintos, con su correspondiente animación cuando se abre o cierra el coche. Más interesante parece la función que enciende todos los segmentos OLED si cuando se está detenido se aproxima otro vehículo sin respetar una distancia de dos metros.
Otras opciones más o menos interesantes o llamativas son una suspensión con amortiguadores controlados electronicamente (930 €) o una que además incluye muelles neumáticos (2235 €), un sistema de información proyectada en el parabrisas (1320 €), un techo panorámico de cristal (1960 €), un sistema de sonido de Bang&Olufsen con 19 altavoces o asientos con calefacción y ventilación (desde 1095 €; hay varios paquetes). También es posible elegir entre 21 diseños de llantas (de 18 a 21”). Este modelo, como el Q5, se fabrica en la planta que Audi tiene en Méjico.
Los sistemas de asistencia a la conducción están agrupados en dos paquetes, uno destinado a un uso en ámbito urbano (City) y otro para cuando se viaja por carretera (Tour). Son los habituales hoy en día —frenada de emergencia, programador de velocidad activo, mantenimiento en el carril, detección de vehículos en el ángulo muerto, etc.— salvo el llamado Asistente predictivo de eficiencia que mediante la información recogida por la cámara del parabrisas, el radar frontal y la que proporciona el sistema de navegación es capaz de ajustar automáticamente la velocidad al trazado (curvas, rotondas, tramos con limitaciones de velocidad específicas) si se tiene activado el control de velocidad; si no es así, recomienda al conductor mediante pictogramas en la instrumentación que reduzca la velocidad cuando sea necesario.
Según nuestro comparador de seguros, una póliza a todo riesgo para un Q5 Sportback 35 TDI cuesta un mínimo de 462 euros si el tomador es un hombre de 42 años que reside en Barcelona. Esta póliza la ofrece la compañía Pelayo y tiene una relación entre calidad y precio de 7,98 puntos sobre 10.