Probablemente, las tres novedades que más resaltan en el interior del BMW Serie 1 2017 son el ligero cambio de diseño de la zona del salpicadero que hay enfrente del pasajero, el nuevo sistema multimedia Professional y la nueva instrumentación.
En el Serie 1 2017 la moldura decorativa que hay en la parte del acompañante se extiende desde las salidas centrales de aire y no llega a contactar con la salida de aire que está en la puerta (imagen). En el Serie 1 2015 el patrón es diferente porque la moldura no toca las salidas centrales pero sí la lateral (imagen). Este cambio de diseño no tiene ningún efecto práctico en el uso de la guantera, que sigue teniendo el mismo sistema de apertura y tamaño (imagen).
El sistema multimedia Professional se ve en una pantalla de 8,8 pulgadas y consta, entre otras cosas, de un disco duro de 20 Gb, de compatibilidad con Apple CarPlay (no con Android Auto) y de un sistema de reconocimiento de órdenes vocales. Es el más avanzado de todos los disponibles y por su instalación hay que pagar 2189 euros. Las principales novedades que BMW ha introducido en él son la posibilidad del manejo táctil de la pantalla y la actualización del software del sistema (en el resto de sistemas multimedia disponibles la pantalla no es táctil, aunque el software sí que ha sido puesto al día).
El manejo táctil resulta satisfactorio por la rápida respuesta del sistema a las pulsaciones, aunque la pantalla no queda cerca de la mano y la navegación por los menús con el mando giratorio tradicional (al que BMW llama iDrive) me parece más rápida y sencilla, además de que ayuda a conservar la pantalla libre de la suciedad de los dedos.
Con el nuevo software los menús principales están agrupados en seis columnas, que se pueden ver de tres en tres, así como intercambiar su orden (en esta imagen se ven los menús de «Media/Radio», «ConnectedDrive» y «Navegación»). Antes los menús estaban organizados en un sumario en sentido vertical (imagen inferior derecha). A diferencia del sistema mulimedia del BMW Serie 5 y Serie 7, el del Serie 1 no admite órdenes gestuales.
En líneas generales, el sistema multimedia Professional resulta muy satisfactorio, claramente más que el sistema multimedia que Mercedes-Benz utiliza en el Clase A 2016. Con el del BMW cuesta poco tiempo familiarizarse con la estructuración de los menús, tiene un procesador veloz que hace los cambios de pantalla con rapidez, la resolución de la pantalla es alta y la visibilidad de la misma es buena con independencia de cómo le esté llegando la luz del sol.
Es de agradecer que, a pesar de la introducción de la pantalla táctil, BMW no haya optado por eliminar los botones de la consola. La presencia de una ruleta para subir y bajar el volumen, de unos botones para cambiar de canción o de estación de radio y de otro botón para cambiar de fuente de audio son muy útiles. También son muy prácticas las teclas numéricas (hay 8), que no solo sirven para memorizar emisoras de radio, sino también otras funciones. Por ejemplo, se puede decir que al pulsar la tecla 8 el navegador inicie la guía a casa. También hay unos botones dedicados al manejo del climatizador y que son igualmente de agradecer por la sencillez de utilización.
En la nueva instrumentación las agujas están colocadas tras una superficie de plástico negro que hace que estas solo se vean cuando se activa la retroiluminación. Esta es una foto de la instrumentación del Serie 1 2017 y esta una de la del Serie 1 2015. Los cambios no han afectado a la lectura de los datos, que sigue siendo clara.
Más allá de los cambios descritos, el interior del Serie 1 permanece inalterado con respecto al Serie 1 2015 (impresiones del interior). Transmite sensación de calidad, tanto por los materiales empleados como por los ajustes entre los mismos, y todos los mandos están ubicados en lugares fácilmente accesibles (excepto los que están colocados a la izquierda del volante, en una posición muy baja, y que activan y desactivan algunas de las ayudas a la conducción). Encontrar una postura cómoda al volante es sencillo por los diversos reglajes con los que cuentan los asientos y la posibilidad de regular en altura y profundidad la columna de la dirección.
La amplitud del habitáculo es buena en relación a sus alternativas. Hemos medido el mismo espacio para las piernas en la fila posterior de asientos que en un Audi A3 Sportback y 2 centímetros menos que en un Mercedes-Benz Clase A y un Volkswagen Golf. La altura libre hasta el techo es mayor que la del Audi y el Mercedes-Benz (1 y 3 cm más respectivamente), pero inferior a la del Golf (2 cm menos). La anchura entre puertas también es mayor que la del Audi y el Mercedes-Benz e inferior a la del Volkswagen (tabla comparativa de mediciones del interior).
El volumen del maletero es 360 litros, tanto con carrocería de 3 como de 5 puertas (imagen). Este dato tampoco varía en un Volkswagen Golf, que siempre tiene 380 litros (imagen). No sucede lo mismo con un Audi A3, que con la carrocería Sportback (5 puertas) el volumen es 380 litros (imagen) y con la de 3 puertas es 365. El Mercedes-Benz Clase A 2016 solo está disponible con carrocería de 5 puertas y su maletero tiene un volumen de 341 litros (imagen. El de Clase A 2018, que Mercedes-Benz pondrá a la venta a lo largo de 2018, tiene 370 litros).