BMW X3 20d xDrive
El BMW X3 20d xDrive es el X3 menos potente pero lo he probado con la configuración más deportiva posible del chasis: llevaba montado el paquete M Sport Pro, que incluye, entre otras cosas, suspensión deportiva, frenos más capaces, dirección deportiva y ruedas de mayor tamaño. Además, como opciones añadidas a ese paquete, disponía de amortiguadores de dureza variable (que viene en el mismo paquete que la «dirección deportiva variable») y unas llantas aún más grandes: concretamente de 21 pulgadas, con neumáticos delanteros 255/40 R21 y traseros 285/35 R21 (GoodYear Eagle F1). Estas ruedas forman parte del programa de equipamiento Individual de BMW y cuestan 4 616 euros.
Por lo tanto, el BMW X3 de esta prueba tiene un equipamiento que, probablemente, no tenga mucha difusión, pero resulta interesante para comprobar hasta dónde se puede llegar con el X3 más básico en términos de dinámica de marcha. Lo negativo es que no puedo decir cómo va un X3 con la configuración estándar.
Buena respuesta en todo tipo de carreteras
El BMW X3 no es radical en su comportamiento, incluso con todas esas opciones. He viajado acompañado por vías amplias a ritmos generalmente relajados. En este tipo de desplazamientos, los ocupantes no han percibido ninguna molestia derivada de la suspensión, incluso cuando el piso no estaba en buen estado. Distinto fue el caso del ruido de rodadura: en una autovía con pavimento rugoso, el zumbido dentro del habitáculo era muy evidente. Es un tramo que recorro con frecuencia en distintos coches y casi todos transmiten bastante ruido, aunque en el X3 ha sido notorio debido, muy probablemente, a la enorme sección de los neumáticos.
El ritmo que se puede mantener en carreteras viradas es muy alto. El X3 transmite confianza para atacar los giros porque la dirección es rápida (de hecho, al principio puede costar un poco acostumbrarse esta dirección opcional, porque otros muchos SUV tienen una más lenta en los primeros grados de giro) y el balanceo de la carrocería está muy bien contenido, al menos cuando la suspensión se ajusta en el modo más duro posible. Hay tres modos de conducción prefijados —Efficiency, Comfort y Sport— más uno denominado Individual que permite ajustar la respuesta de varios elementos al gusto del usuario como el motor, dureza de la dirección y la rapidez de funcionamiento de la caja de cambios.
La transmisión de ocho velocidades funciona muy bien, con suavidad y rapidez (especialmente en el modo de conducción Sport). Detrás del volante hay una levas que permite seleccionar manualmente marchas, aunque en la mayor parte de los casos no es necesario recurrir a ellas porque el programa completamente automático cumple bien su función.
Los frenos ponen de su parte para que la experiencia de conducción sea buena. No he conducido el X3 en circuito, pero sí en carreteras de curvas a ritmo ágil y no he notado pérdida de efectividad por exceso de calor después de varias frenadas intensas (el paquete M Sport Pro también incluye unos frenos más potentes que los originales). Su rendimiento en frío ha sido nada más que correcto, pues ha necesitado 52,9 metros para detener el X3 desde 120 kilómetros por hora.
En definitiva, este BMW X3 20d xDrive no es exactamente divertido de conducir ni un deportivo, pero sí permite ciertas alegrías en tramos de curvas. Sensaciones que quizá uno no espera en un SUV grande de casi dos toneladas.
El entorno menos favorable para el X3 es la ciudad. Sus dimensiones (en especial su anchura) y el espacio que necesita para maniobrar son los principales motivos. Sus rivales, el Audi Q5 y el Mercedes-Benz GLC son ligeramente más cortos, más estrechos y maniobran mejor, aunque probablemente la diferencia no sea muy evidente (ficha comparativa).
No tan bien en nuestras pruebas en circuito
Dado su buen desempeño en todo tipo de carreteras, no esperábamos que consiguiera un resultado tan mediocre en la maniobra de esquiva que realizamos en circuito. En este ejercicio valoramos la seguridad de reacciones ante un imprevisto que implique realizar un volantazo, no la agilidad en conducción rápida. El motivo por el cual calificamos el resultado de mediocre es que el deslizamiento de las ruedas delanteras fue tan acusado que no quedó otro remedio que bajar mucho el ritmo para no derribar ningún cono. No sabemos la causa de este importante subviraje (desde luego no es por falta de neumático: ni por anchura, ni calidad) pero no es un hecho aislado, ya que nos ocurrió exactamente lo mismo en el X3 M50.
En el otro ejercicio en circuito, el eslalon, la nota que ponemos al X3 es muy buena. Aquí sí, se puso de manifiesto que se trata de un SUV ágil y que permite un paso por curva rápido.
Corre lo suficiente y gasta muy poco
El motor diésel de 197 caballos me parece suficiente para todo uso. Lo que mejor hace el BMW X3 20d xDrive es mantener una velocidad alta en vías rápidas. Permite alcanzar una velocidad media elevada en un viaje sin que el conductor tenga que realizar un esfuerzo especial.
En carreteras secundarias no falta potencia para adelantar sin ocupar mucho tiempo el carril contrario, aunque no tiene un empuje muy grande cuando se pisa a fondo el acelerador. Según nuestras mediciones, necesitó 6,2 segundos para pasar de 80 a 120 km/h, un tiempo dentro de lo esperable para el peso, la potencia y el volumen de este X3 y exactamente lo mismo que empleó un Audi Q5 TDI quattro 204 CV S tronic.
El consumo de carburante del X3 20d xDrive es muy bajo en casi cualquier circunstancia, siempre teniendo en cuenta sus dimensiones y peso. En nuestro recorrido por autovía, el ordenador indicó una media de 6,1 l/100 km (no pude calcular el dato real), una cifra muy buena. El Audi Q5 TDI de 204 caballos tuvo un consumo sensiblemente más alto (7,2 l/100 km reales) lo que pone de manifiesto una vez más el buen rendimiento de los motores de BMW. Además, otro motivo que contribuye a que el consumo sea bajo es que la resistencia aerodinámica del X3 es menor que la del Audi, y eso que la carrocería es más ancha y alta.
El consumo en carreteras secundarias que impliquen cambios de ritmo frecuentes es mayor que en autovía, aunque normalmente está por debajo de 7,0 l/100 km (salvo que se conduzca de forma poco eficiente). Si se combinan todo tipo de vías, la autonomía del X3 20d xDrive normalmente estará entre 900 y algo más de 1 000 kilómetros por cada depósito.
Me parece reseñable lo silencioso que resulta el motor; o mejor, dicho lo bien que está aislado del exterior y del habitáculo. Este cuatro cilindros de BMW tiene un funcionamiento suave y, sobre todo, muy silencioso si lo comparamos, una vez más, con un Audi Q5 TDI de 204 caballos (también de cuatro cilindros), que suena casi como un Diesel de hace más de una década.