Hemos conducido brevemente el Citroën C4 modelo 2009 con los nuevos motores de gasolina: el 1.6 VTI de 120 CV y el 1.6 TPH de 150 CV.
Nos ha gustado mucho más la versión de 150 CV. Con este motor, el C4 tiene una buena respuesta y mucha fuerza en toda circunstancia, siempre que el motor se mantenga por encima de 1.800 rpm.
Es muy suave y sube de régimen con rapidez y suavidad, incluso en marchas largas. No obstante, falta algo de fuerza a un régimen bajo (por debajo de 1.800 vueltas).
Como otros coches con motores turboalimentados (como el Golf TSI o el Bravo T-Jet), es capaz de dar una aceleración muy grande y, además, recuperar velocidad rápidamente en marchas largas.
También nos ha gustado mucho del C4 TPH de 150 CV, lo silencioso que es incluso si el motor va a un régimen alto. El accionamiento del cambio resulta más suave y preciso que en la versión de 120 CV.
Con el motor de 120 CV, las sensaciones son muy distintas. Es suave y sube de régimen con rapidez, aunque tiene poca fuerza a un régimen bajo y medio. Por ello, para obtener una aceleración y una respuesta rápida hay que llevar el motor a un régimen alto.
Igualmente, para recuperar velocidad con rapidez o poder mantenerla en cuesta, es necesario usar el cambio de marchas (bastante duro e impreciso en la versión de pruebas), para mantener el motor a un régimen alto.
Llevar el motor a un régimen alto, siempre que se necesita obtener una respuesta rápida o no perder velocidad en cuestas, penaliza la sonoridad y el consumo. Aunque el C4 tiene un aislamiento muy bueno (sobre todo, con los cristales laminados), el ruido de este motor es elevado (aunque menos que en un 207 SW).
Las cualidades dinámicas del Citroën C4 de la gama 2009 no cambian. Sigue siendo un modelo estable, con un nivel de seguridad elevado si lleva control de estabilidad (que no está disponible en todas las versiones). La estabilidad lineal es grande y también lo es el agarre lateral.
En general, tiene buen tacto y la dirección es precisa y rápida (aunque en algunas circunstancias resulta demasiado asistida). Por lo bien que reacciona a las solicitudes del volante, está lejos de ser torpe. Sin ser el coche más ágil del mercado, entra bien en las curvas; no tan bien como un Ford Focus o un Volkswagen Golf con suspensión deportiva, pero sí mejor que un Renault Mégane.
No tiene movimientos que asusten ni se descoloca con facilidad, aunque se conduzca bruscamente (voluntariamente o por un error). Es decir, reacciona bien dentro de los mismos límites en los que también reaccionan bien otros coches.
En curvas enlazadas o al hacer una maniobra de esquive, tarda en cambiar de apoyo. Como ocurría en el Mégane, esta reacción es más cercana a la de un buen monovolumen (un SEAT Altea, por ejemplo) que a la de un buen turismo.
Es muy cómodo de suspensión, incluso con los neumáticos 205/50 ZR 17. Es cómodo en todos los sentidos: pasa sobre los baches sin transmitir golpes secos a los pasajeros y no tiene grandes movimientos de cabeceo o balanceo.
Los frenos tienen una potencia y una resistencia normales; es decir, son más que suficientes para condiciones y usos que no sean excepcionales.
Además de por su comodidad de suspensión, el C4 destaca por su silencio de marcha. Con las ventanillas laminadas opcionales, es un coche muy silencioso, especialmente en ciudad. Al estar parado en un semáforo, el ruido exterior llega muy amortiguado.
Hemos conducido una versión que tenía un dispositivo de alerta de cambio involuntario de carril, que detecta cambios en la trayectoria mediante el seguimiento de las rayas de la carretera. Si el conductor no ha pulsado el intermitente y pisa una raya, considera que ha sido un acto involuntario y acciona un dispositivo vibratorio en el asiento. Sólo funciona a una velocidad superior a 80 km/h y es desconectable.
Por lo que hemos comprobado, su funcionamiento es muy efectivo salvo cuando las líneas están borradas o muy desgastadas o hay lluvia intensa. Suele dar errores si pasamos por encima de cierta señalización horizontal, como las fechas de carril.
Por el momento, no hemos tenido ocasión de conducir la nueva versión Diesel de 140 CV. En la información de la gama anterior, hay impresiones de conducción de las versiones HDI 136, HDI 109 y HDI 109 con el cambio automático «CMP» (información técnica del cambio CMP).
Por lo que vimos en el C4 2008, la versión Diesel de 109 CV se puede considerar en términos generales silencioso. No vibra mucho y el sonido que llega al interior está atenuado.
Lo mejor del motor está por debajo de 4.500 rpm, pasado este límite, le cuesta ganar velocidad de giro con soltura. Es hasta este punto donde hay que llegar para obtener la mejor aceleración posible, no más.