Los asientos delanteros tienen un mullido blando, un respaldo que da poco apoyo a la zona de las vértebras lumbares y una banqueta corta. En un primer instante resultan confortables, aunque en mi caso dejaron de serlo después de un par de horas conduciendo. La sujeción del tronco en las curvas es deficiente. El ajuste en altura del asiento del conductor, del volante y del cinturón de seguridad no está disponible en el nivel de equipamiento básico (Base), es opcional en el intermedio (Ambiance; paquete modularidad: 353 euros) y es de serie en el más alto (Laureate). El asiento del acompañante no tiene regulación en altura.
En ninguno caso es posible que el volante tenga regulación en profundidad, lo que para algunas personas es un inconveniente a la hora de encontrar una postura de conducción cómoda. Yo me acostumbré con rapidez a este hecho, pero admito que hubiera conducido mejor si pudiera haber situado el volante un poco más cerca del cuerpo sin tener que aproximarme más a los pedales.
La instrumentación es diferente a la del Duster de 2010 (imagen Duster 2010 e imagen Duster 2014). La información que da es prácticamente la misma, excepto por una cosa: ahora hay un termómetro de temperatura exterior (antes no lo había), pero desaparece el indicador de temperatura del líquido refrigerante. El cuentarrevoluciones está graduado hasta 7000 rpm, independientemente de que el motor sea Diesel o gasolina (habitualmente, los tacómetros de los coches con motor Diesel están tarados a menos revoluciones porque estos motores no giran tan rápido como los de gasolina).
El mando para la regulación en altura de los faros (que es mecánico, en vez de eléctrico; imagen) es el mismo que el del Duster de 2010 y que el de muchos otros Dacia. El claxon se activa pulsando un botón que hay en el extremo del mando de los intermitentes y no presionando sobre el volante. Los mandos de los elevalunas, que antes estaban colocados estaban colocados en la consola, ahora se encuentran en las puertas, un emplazamiento más intuitivo y accesible.
La pantalla del sistema multimedia está colocada muy baja y exige desviar mucho la mirada para ver lo que muestra (imagen). Además, en días luminosos apenas se ve, incluso ajustando el brillo al máximo, y si se llevan gafas de sol con cristales oscuros la situación es peor. Por debajo de la pantalla están los mandos del sistema de climatización, que son grandes y fáciles de manejar. Sin embargo, desde la posición del conductor, las ruletas ocultan algunas de las serigrafías que indican las funciones. Por ejemplo, no se ve el símbolo que indica hacia dónde se dirige el flujo de aire cuando la ruleta que queda más cerca del conductor se gira del todo a la derecha (imagen).
En la fila trasera del Dacia Duster hay menos espacio para las piernas que en la mayoría de los todoterrenos de entre 4,20 y 4,45 metros de longitud —como un Chevrolet Trax, un Hyundai ix35, un KIA Sportage, un Mitsubishi ASX o un SsangYong Korando—, pero es uno de los más anchos y de los que tienen más espacio libre hasta el techo (tabla comparativa de mediciones del interior). Dos personas de 1,85 metros de estatura pueden acomodarse en estas plazas con holgura. La anchura no es suficiente para que tres adultos de corpulencia normal viajen cómodos.
Hay diferencias entre el maletero de las versiones de dos y cuatro ruedas motrices, debidas a que los esquemas de la suspensión trasera son distintos. El maletero de las versiones con dos ruedas motrices tiene un volumen de 475 litros (imagen) y la rueda de repuesto va colgada por debajo de la carrocería. Las versiones con cuatro ruedas motrices tienen 443 litros de maletero (imagen) y una rueda de repuesto situada debajo del piso (imagen). En ambos casos, las formas del área de carga son regulares y facilitan el aprovechamiento del espacio disponible. El tamaño de la rueda de repuesto es siempre el mismo que del resto, aunque la llanta no es de aleación, sino de chapa (y de color negro).
El maletero del SsangYong Korando tiene un volumen de 486 litros, con independencia de que la tracción sea en las ruedas delanteras o en las cuatro. El maletero del Hyundai ix35 y del KIA Sportage (465 litros) es un poco más pequeño que el del Duster 4x2, pero más grande que el del Duster 4x4. El volumen del maletero del Nissan Qashqai y del Suzuki S-Cross es siempre más pequeño (439 y 430 litros respectivamente).
Los respaldos de los asientos de la fila trasera están divididos en dos porciones (1/3 y 2/3) y son abatibles (imagen). Con ellos en esta posición y si se utiliza todo el espacio disponible hasta el techo, queda un volumen de carga de 1604 litros en el caso de las versiones 4x2 y de 1636 litros en el de las 4x4.
Abatiendo la porción que ocupa un tercio del respaldo y reclinando hacia atrás lo más posible el respaldo del asiento del acompañante —y quitando los respectivos reposacabezas— se crea una superficie continua con el piso del maletero. Esta superficie tiene una ligera pendiente que no dificulta la introducción de objetos voluminosos. Yo he llegado he llegado a meter un mueble de 80 x 39 x 202 centímetros.
El gran tamaño de la bandeja cubre equipajes hace que su extracción resulte engorrosa. En la superficie de esta bandeja hay un par de rebajes ideados para depositar objetos dentro de ellos (imagen), lo que no es recomendable cuando el coche está en movimiento porque, en caso de frenazo brusco o accidente, pueden salir despedidos hacia delante y golpear a algún pasajero.
Con el Duster de 2014, Dacia ha resuelto uno de los problemas que tenía el modelo de 2010: la falta de huecos en el salpicadero. Ahora no sólo hay más, sino que son grandes y útiles porque las cosas que se dejan en ellos no salen despedidas en las curvas. Por encima de las salidas de aire de la consola hay uno donde cabe un teléfono móvil, una cartera y unas llaves; encima de la guantera, se pueden dejar objetos más alargados o botellas; delante de la palanca de cambios caben también botellas y teléfonos móviles; y en los bolsillos de las puertas delanteras hay espacio para meter botellas de un litro y pequeños libros.
Los pasajeros traseros tienen redes para dejar revistas u otros objetos poco gruesos en los bolsillos que hay en la parte posterior de los respaldos delanteros. En los laterales de estos asientos, hay unas pequeñas redes donde se pueden dejar botellas de medio litro (imagen). No hay huecos portaobjetos en las puertas traseras.
El diseño del salpicadero es sencillo. El habitáculo está recubierto con materiales de aspecto poco costoso, en su gran mayoría, plásticos duros. En los paneles de las puertas hay partes cubiertas de tela con un ligero acolchado (imagen). Tras unas breves pruebas de conducción que hice en Francia durante la presentación de la prensa comenté lo siguiente: «algunas piezas del salpicadero no deben estar bien sujetas o bien encajadas entre sí porque muchas veces al pasar sobre baches se escuchan chirridos». Esto no me ha sucedido con la unidad que he estado probando durante una semana en España. Hay detalles que evidencian que es un coche de precio bajo como, por ejemplo, que algunos tornillos queden a la vista y que en ninguno de los huecos haya un fondo almohadillado.
El parasol del conductor no tiene espejo, el del acompañante sí, pero no hay plafón de iluminación. La guantera está iluminada, pero no tiene salida de ventilación (imagen). Su tamaño es suficiente para que entre la documentación con holgura y otros objetos como un chaleco de alta visibilidad.