El DFSK F5 es un SUV de 4,69 metros de longitud y cinco plazas cuya carrocería tiene un cierto aire de cupé debido a la caída que describe el techo. Está en venta por 28 995 euros, únicamente con un motor de gasolina de 137 CV, cambio automático y tracción delantera (equipamiento y ficha técnica). DFSK da la opción de adaptar este motor para que también funcione con GLP y, con ello, que el vehículo pueda portar el distintivo ECO de la DGT. El precio de esta conversión es de 1850 euros.
El principal problema que tiene este DFSK F5 es que su precio de venta no es tan bajo como para soslayar algunas de las flaquezas que presenta, como el elevado consumo de carburante del motor (en torno a 10-12 l/100 km de media con una conducción normal), la exasperante lentitud del cambio CVT y el funcionamiento del sistema multimedia y el climatizador. Actualmente en el mercado hay tres alternativas que, además de costar menos, son mejores automóviles: el Mitsubishi Outlander, el Citroën C5 Aircross y el Škoda Kodiaq (ficha comparativa).
Ahora bien, si nos ceñimos exclusivamente a modelos «SUV cupé», entonces sí, no hay nada más asequible que el F5. El que quizás sea su rival más directo, el Renault Arkana, todavía no está a la venta.
Poco se le puede reprochar desde el punto de vista dinámico. Se balancea notablemente en las curvas, pero sus reacciones ante acciones bruscas son correctas y es un vehículo que transmite una buena sensación de seguridad. Lo mejor es el confort que proporciona la suspensión que, sin ser brillante, sí que consigue aislar bien el habitáculo de los baches y hace que el paso de los kilómetros canse poco. Más información en las impresiones de conducción.
El habitáculo tiene una buena presentación y, a primera vista, no da la impresión de entrar en un «coche chino de poca calidad». Luego, según se interactúa con sistemas como la instrumentación, el equipo de audio y el climatizador, uno se da cuenta de que en muchos aspectos su funcionamiento no está a la altura de lo que es normal en los vehículos de hoy en día. Lo más destacable del interior es, posiblemente, su amplitud (tabla de mediciones). El maletero, en cambio, es pequeño: 379 litros. Todos los todoterreno del tamaño del F5 tienen uno de 435 litros o más. En la sección de impresiones del interior damos más información.
La instrumentación es sencilla, muy fácil de leer. Tiene dos grandes indicadores de aguja y una pantalla central multifunción. No hay posibilidad de pedir una instrumentación de pantalla. El sistema multimedia se controla a través de una pantalla de 10,25 pulgadas que reacciona bien al tacto. Lleva de serie un navegador que, en el caso de nuestra unidad, no funcionaba (el sistema se quedaba colgado). Es compatible con Bluetooth, pero no con Android Auto ni CarPlay.
El único nivel de equipamiento disponible se llama Classic. Son de de serie cosas como asientos tapizados en cuero sintético «Nappa Eco» (los delanteros tienen calefacción y ajustes eléctricos), techo eléctrico de cristal (del especialista Webasto), llantas de 18 pulgadas, un equipo de sonido de la marca Pioneer (cuya calidad de sonido es normal) y una cámara en el parabrisas que graba «todo lo que sucede durante la conducción», con una ranura para colocar una tarjeta de memoria en la que se graban y borran cíclicamente los últimos 45 minutos de trayecto.
La lista de asistentes a la conducción es pobre en comparación con la que ofrecen sus principales alternativas. El F5 cuenta con programador de velocidad pasivo, sensores de aparcamiento delantero y trasero, cámara de visión trasera y asistente de arranque en pendiente. No puede tener una alerta por presencia de vehículos en el ángulo muerto, un sistema de frenada automático de emergencia, un aviso por abandono involuntario de carril, ni un asistente de cambio automático de luces.
La distancia libre al suelo del F5 es de 20,0 centímetros (un Mazda CX-5 tiene 19,0 cm y un Škoda Kodiaq, 18,0 cm) y los neumáticos de serie son de tipo M+S (para barro y nieve). Ambas características son suficientes para moverse por caminos y zonas no asfaltadas con cierta garantía de no rozar los bajos de la carrocería ni quedarse sin capacidad de tracción a las primeras de cambio. Toda la iluminación (a excepción de las luces de los espejos de cortesía de los parasoles) es mediante lámparas de ledes.
El DFSK F5 es el segundo modelo a la venta en España de DFSK después del 580, un SUV de siete plazas. El habitáculo del F5 está mejor presentado, tiene materiales de mejor aspecto y ajustes más precisos que inspiran una sensación de calidad superior. DFSK tiene distribuidos varios concesionarios y talleres autorizados por diferentes puntos de la península. La ubicación y el teléfono de contacto de cada uno de ellos se puede consultar en esta web.
Asegurar a todo riesgo sin franquicia un DFSK F5 cuesta 596 euros al año con Qualitas Auto y 621 €/año con Balumba. Estas son las dos compañías que ofrecen la póliza más económica para este vehículo y un tomador varón de 36 años, casado, que vive en Madrid, recorre unos 30 000 km al año y tiene una plaza de aparcamiento en un garaje comunitario. Con el comparador de seguros de coches de km77 se pueden obtener presupuestos de más de 20 aseguradoras que se ajusten a la situación de cada uno.