Hemos conducido el 500L Trekking con los dos motores de 105 CV, el de gasolina (versión 0.9 «TwinAir») y el Diesel (versión 1.6 «MultiJet II»). Pese a que coinciden en potencia máxima, su funcionamiento es muy diferente. También hemos conducido la versión de gasolina 1.4 T-Jet de 120 CV, que no llegará a España, pues lo hará una variante de este motor modificada para utilizar GLP.
El motor de gasolina de 120 caballos, 1,4 litros de cilindrada y sobrealimentación mediante turbocompresor, es el mejor de todos los que hemos probado en el Fiat 500L Trekking por entrega de potencia, suavidad y sonoridad. Tiene una buena respuesta a bajas revoluciones y no es necesario esperar a que el turbo comience a generar sobrepresión para obtener una buena aceleración. Al ralentí es un motor silencioso. En movimiento no lo es tanto si se compara, por ejemplo, con el motor 1.4 TSI de 122 CV del grupo Volkswagen, pero hay una diferencia notable y positiva con el resto de motores de la gama 500L Trekking. El consumo de carburante durante el recorrido de la prueba fue 9,2 l/100 km según el ordenador del vehículo, pero la conducción no fue suave y se utilizó en numerosas ocasiones toda la capacidad de aceleración del motor.
Este motor 1.4 T-Jet de 120 CV llegará a España ligeramente modificado para poder funcionar con GLP además de con gasolina. Tiene modificaciones en varios de sus componentes (culata, asientos de las válvulas, sistema de admisión y cableado, entre otros) para adaptarse a las características de combustión del GLP. Asimismo, tiene una centralita electrónica distinta para controlar el uso de GLP y gasolina en cada momento. Este motor siempre utiliza gasolina para moverse durante los instantes previos a alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento. Una vez alcanzada ésta, cambia automáticamente a utilizar GLP, aunque el conductor siempre tiene la posibilidad de elegir qué tipo de combustible desea gastar. El depósito de GLP tiene un volumen de 38 litros, está situado debajo del maletero y no resta capacidad a éste. En este artículo hay abundante información sobre el funcionamiento de un coche con motor apto para GLP.
El 0.9 TwinAir es un motor de gasolina con dos cilindros sobrealimentado mediante un turbocompresor, tiene 0,9 litros de cilindrada y 105 CV. La entrega de potencia está muy condicionada por la entrada en funcionamiento efectivo del turbocompresor; hasta que no se sobrepasan las 2500 rpm no tiene un gran empuje y le cuesta salir desde parado. Una vez se ha superado ese número de revoluciones, el empuje es mucho más intenso y permite al 500L Trekking circular con soltura e incluso adelantar en carreteras de doble sentido en poco espacio (al menos con dos personas a bordo, que es como lo he conducido).
Vibra de manera notable en toda la gama de revoluciones, pero es a ralentí y al acelerar con intensidad en marchas cortas cuando más se notan las vibraciones. Según los datos oficiales, el consumo medio es 5,1 l/100 km, aunque en condiciones normales de utilización es una cifra difícil de conseguir. En el recorrido previsto por la organización, que discurría por todo tipo de vías y practicando una conducción normal, sin grandes aceleraciones, el consumo fue 8,7 l/100 km.
La versión Diesel de 105 CV de potencia pertenece a la gama de motores MultiJet II, tiene cuatro cilindros y está sobrealimentado mediante un turbocompresor con álabes de posición variable. Tiene fuerza suficiente para circular con soltura desde unas 1600 rpm y hasta las 4000 rpm, pero a partir de las 3000 se nota una entrega de potencia mucho mas reducida. Es uno de esos motores en los que no hay un momento determinado en el que la potencia llegue de manera abrupta, sino que empuja siempre de manera constante, suave y muy progresiva. Cuando gira a ralentí tiene algunas vibraciones muy ligeras que llegan a la palanca de cambios y, en menor medida, al volante.
El consumo obtenido durante el recorrido de la presentación fue 6,7 l/100 km/h, aunque el ritmo fue mucho mas alto que con la versión de gasolina, buscando la máxima aceleración en muchas ocasiones. Es posible acercarse a los 4,7 l/100 km anunciados por el fabricante si se conduce con suavidad.
El sistema de arranque y parada automáticos del motor (de serie en ambos motores) actúa con rapidez, aunque en algunas ocasiones se notan movimientos en la carrocería (sobre todo al apagar el motor).
La suspensión del 500L Trekking tiene algunos ajustes diferentes al resto de la gama 500L, con muelles y amortiguadores mas firmes que aumentan su altura en 15 mm. Es un coche ágil, con una suspensión que no permite grandes movimientos de la carrocería y que absorbe bien las irregularidades de la carretera. La dirección permite un buen guiado en curvas, pero no proporciona demasiada información de lo que ocurre entre el volante y los neumáticos. El cambio de marchas es rápido en su funcionamiento, pero no ofrece un guiado preciso y tiene unos recorridos largos.