Hemos probado un Fiat Punto adaptado de fábrica para funcionar con gas licuado del petróleo (GLP) y con gasolina. Esta versión tiene un motor de 1,4 litros de cilindrada y 77 caballos de potencia. Su precio es 12 500 euros, es decir, es 1260 euros más costoso que el modelo equivalente que puede funcionar exclusivamente con gasolina (ficha comparativa).
El precio señalado no incluye las subvenciones a la adquisición de un coche nuevo que puede funcionar con GLP o a la transformación de uno de segunda mano. En función de la cuantía de estas ayudas, que dependen de cada comunidad (más información), el precio del modelo que puede funcionar con los dos carburantes puede ser igual e incluso más bajo que el del modelo que funciona exclusivamente con gasolina.
Una de las ventajas del gas licuado del petróleo radica en que tiene un precio mucho más bajo que la gasolina. Esta ventaja de precio es tan grande que compensa de sobra el hecho de que, en las mismas condiciones de utilización, el mismo coche consume sensiblemente más litros de GLP que de gasolina.
Un problema importante que actualmente presenta el uso del GLP, al menos para un uso privado, es que hay pocos puntos de suministro, salvo en los núcleos urbanos más poblados. En este enlace se pueden consultar los que hay actualmente. Las previsiones son que en 2015 los puntos de abastecimiento multipliquen por cuatro los disponibles en la actualidad (más información). Esa relativa escasez de puntos significa que a la hora de realizar un viaje es necesario planificar bien las paradas, algo que no siempre es sencillo.
La conducción de un coche con GLP no requiere ninguna atención especial. En algunos casos, como por ejemplo en el Fiat Punto que hemos probado, la ligera pérdida de aceleración que se produce por usar gas en lugar de gasolina, pasa prácticamente desapercibida en un uso normal.
Usando uno u otro carburante la aceleración de este Fiat Punto es lenta para la potencia disponible, pero se debe a que el coche es así, no a su sistema de alimentación.
Dos desventajas que tiene el Fiat Punto de GLP frente al mismo modelo que exclusivamente puede funcionar con gasolina son que el ordenador de viaje no da el dato de consumo medio (según Fiat es un problema generalizado en todos sus modelos adaptados para funcionar con GLP) y que no puede tener arranque y parada automáticas del motor durante las detenciones.
Este Fiat tiene la adaptación para funcionar con gas hecha en la propia fábrica. En este caso, el hueco destinado a la rueda de repuesto está ocupado por el depósito de gas (imagen). Fiat da un kit de reparación de pinchazos. Los fabricantes de equipos que hacen instalaciones de GLP en coches usados, suelen dan a elegir, entre un depósito de este tipo y otro de tipo «bombona» que no impide llevar rueda de repuesto pero sí reduce la capacidad del maletero de forma apreciable.
Menor aceleración, más consumo, menor coste por kilómetro
Hemos hecho pruebas de consumo y aceleración con el Fiat Punto 1.4 8v 77 CV GLP funcionando con gasolina y con gas licuado del petróleo.
El resultado es que usando GLP como carburante el consumo en litros es claramente mayor. A pesar de este aumento, debido a la diferencia de precio por litro, el coste por kilómetro funcionando con GLP es mucho más bajo que con gasolina. Cuando hicimos las pruebas, el litro del GLP tenía un precio de 0,699 euros y el de la gasolina 1,44 euros. En España, y al menos de momento, el precio del GLP está gravado por unos impuestos mucho más bajos que la gasolina o el gasóleo.
A continuación hay un resumen de los datos que hemos obtenido en el recorrido de referencia que hemos utilizado (205 kilómetros de ida y vuelta por una autovía, intentado que la conducción fuera lo más parecida en los dos casos):
Caburante | Velocidad media (km/h) | Temperatura salida / llegada (ºC) | Carburante utilizado (l) | Consumo medio (l/100 km) | Precio por litro (€) | Costetotal (€) |
Gasolina | 120 | 27 / 31 | 15,05 | 7,3 | 1,44 | 21,67 |
GLP | 120 | 31 / 34 | 18,67 | 9,1 | 0,69 | 13,07 |
Según esos datos, y sin tener en cuenta las distintas ayudas económicas a las que se puede acceder, la diferencia de precio entre la versión del Punto que exclusivamente puede funcionar con gasolina y la que puede funcionar con los dos carburantes (1260 euros, como hemos dicho al principio) se amortizaría después de haber recorrido aproximadamente 30 000 kilómetros.
Según hemos comprobado, la aceleración con GLP es inferior que con gasolina. Sin embargo, las diferencias han sido muy pequeñas y no son evidentes en una utilización normal. En la siguiente tabla hay más detalles:
Carburante | Aceleración máxima de 80 a 120 km/h (s) | Recuperación de 80 a 120 km/h en cuarta velocidad (s) | Recuperación de 80 a 120 km/h en quinta velocidad (s) |
Gasolina | 15,0 | 20,0 | 29,4 |
GLP | 15,5 | 21,0 | 30,8 |
Algunos detalles de un uso cotidiano
Cuando el coche se mueve utilizando gas, las paradas a repostar son más frecuentes que cuando se utiliza gasolina. Esto se debe a que el consumo en litros de GLP es más elevado. En los diversos llenados hemos introducido hasta un máximo de 38 litros de GLP (es decir su depósito tiene la misma capacidad que el de gasolina), que han dado para hacer entre 350 y 430 kilómetros, en función del tipo de conducción. Con los dos depósitos llenos, la autonomía puede superar por mucho 1000 kilómetros (algo completamente inusual en un coche pequeño).
Llenar un depósito de GLP tiene alguna peculiaridad (aquí hay un vídeo de cómo se hace y aquí más información).
Este Fiat Punto (y por extensión cualquier otro coche adaptado para funcionar con GLP), no está pensado para que pueda consumir únicamente este carburante. De hecho, siempre tiene que haber gasolina en el depósito porque el arranque se hace con este carburante.
Después del arranque, el paso de consumir gasolina a GLP se produce automáticamente cuando el motor pasa de un determinado régimen y alcanza una determinada temperatura (Fiat dice que el líquido refrigerante tiene que superar 40 grados y el régimen del motor dos veces de 1400 rpm). En la pantalla de la instrumentación hay, además del indicador del nivel del depósito de gasolina, otro de GLP (imagen).
Cuando el depósito del gas se vacía, el coche pasa automáticamente a funcionar con gasolina de forma prácticamente inapreciable. Si ocurre mientras se circula con el acelerador muy pisado, se puede llegar a notar un ligero tirón, nada importante. Sin embargo, si ocurre a velocidad sostenida, no se nota nada. No he comprobado qué pasa cuando el coche se queda sin gasolina (en particular, cómo arranca utilizando gas, —si es que lo hace—).
El sistema de GLP del Fiat Punto requiere un mantenimiento específico. El depósito tiene una duración de 10 años después de la fecha de matriculación del vehículo, es necesario sustituir el filtro del gas en estado gaseoso (en cada revisión del coche) y el filtro del gas licuado (cada 90 000 kilómetros). Estamos tratando que Fiat nos diga cuál es el coste de estas operaciones de mantenimiento.
Fiat ofrece actualmente varios modelos pueden funcionar indistintamente con gasolina o gas licuado del petróleo: el Fiat 500, el Panda, el Punto y el Bravo. También tiene algunos modelos que pueden funcionar con metano, a los cuales denomina Natural Power. Actualmente en España, el número total de coches que vienen de fábrica preparados para consumir GLP es relativamente bajo, pero cada vez hay más.