La aceleración que tiene este Mondeo es tan buena como la de un Passat TDI 130 y superior a la de coches más potentes, como el Citroën C5 o el Peugeot 406 con el motor 2,2 litros.
Pero lo que más impresiona es su elasticidad. El aumento momentáneo de par motor hasta (350 Nm) hace que la capacidad de recuperación sea extraordinaria. En este tipo de mediciones es casi tan rápido como un BMW 320d (150 CV) o un Volvo S60 D5 (163 CV). Si no lo es más que el Passat TDI 130, es porque la unidad de Passat que probamos tenía seis velocidades, con la cuarta y la quinta más cortas que las del Mondeo.
El resultado práctico de esta elasticidad es que, por cualquier carretera donde se pueda sostener una velocidad superior a 100 km/h, es posible ir quinta casi permanentemente y con una gran reserva de aceleración. De hecho, se echa de menos una sexta velocidad más larga; el coche podría perfectamente con ella y se viajaría con un ruido más atenuado.
Aunque el Mondeo TDCi suena y vibra mucho menos que el TDdi, sigue siendo un motor claramente Diesel. En ciudad se nota la vibración en el volante o en el cambio, y el ruido al ralentí. En carretera se nota un cierto traqueteo del motor a baja velocidad y régimen. Si ambas cosas suben, el ruido aerodinámico se impone al mecánico. Como otros Mondeo, tiene un ruido a la altura del montante central claramente apreciable en los dos lados por encima de unos 140 km/h.
Lo que gana por prestaciones con relación al TDdi no lo pierde por consumo, sino todo lo contrario; es un motor de excelente rendimiento y se nota también en lo que gasta. En mi recorrido por una carretera de sentido único con frecuentes rampas y pendientes (perjudica a los coches pesados), a una media real de 146 km/h y tráfico muy fluido (sin reducir nunca a cuarta), ha gastado 8,1 l/100 km. El consumo máximo que he medido (que ha sido por carretera de montaña y rápido), ha sido 13,1 l/100 km. La unidad que hemos probado tenía un error por defecto en el cuentakilómetros de un cuatro por ciento aproximadamente.
Por estabilidad, esta versión está a la misma altura del resto de los Ford Mondeo. Si hay alguna diferencia entre este cinco puertas y los de cuatro que he probado anteriormente, es que éste es algo más ágil y también más sensible a decelerar en curva. De todas maneras, es difícil estar seguro sin probar los dos coches consecutivamente.
El control de estabilidad y tracción que puede llevar opcionalmente (denominado IVD en Ford) trabaja de forma eficaz en sobreviraje y en menor medida en subviraje (como en la mayor parte de los coches). La motricidad es buena, aunque en condiciones extremas (curvas muy lentas y mucho acelerador) es normal que el control de tracción actúe.
Es un coche cómodo porque ni tiene mucho movimiento de carrocería, ni transmite fuertemente los baches. No es el mejor en este sentido, pero no se puede decir que sea un coche de suspensión dura.