La carrocería de cinco puertas es igual de larga que la de cuatro. Tampoco hay diferencias en el espacio para pasajeros o en el maletero. En ambas variables el Mondeo es un coche muy amplio, especialmente indicado para quien lleve a dos personas atrás por la gran distancia para las piernas. En anchura, en cambio, los hay mejores, como el Citroën C5. Como el cuatro puertas, es un coche en el que resulta fácil acceder a las plazas traseras y también colocar una silla de niño.
El maletero de 500 litros es también de los mayores. El portón es extremadamente extenso, uno de los más grandes que he visto. Deja un vano muy grande y abre desde muy abajo. Hay que tener cierta precaución en algunos garajes porque levanta mucho, por su tamaño y el punto donde está articulado.
Por lo demás, no he visto diferencias con relación a la carrocería de cuatro puertas; reproduzco parte de los textos de las pruebas anteriores.
La imagen interior es buena en general, pero no es un coche que sorprenda por su calidad. Hay algunas piezas, como la que cubre la parte central del volante o el borde de las bolsas rígidas en las puertas, que no están del todo bien terminadas. Otras son un poco toscas, como la zona central entre los asientos, donde está el cenicero. He encontrado dos defectos que estaban en anteriores unidades del Mondeo: uno, una extraña tendencia a echar aire caliente por las salidas de ventilación inferiores (cuando no hace falta); otro que, a veces, se queda atascada la trampilla del depósito de combustible y hay que hacer palanca con la llave (le pasaba también al anterior Mondeo).
Entre los buenos detalles está el reparto de los huecos, con uno muy práctico para el mando del garaje que también lleva un soporte para una tarjeta o el ticket del peaje. La instrumentación es la que tienen los coches normalmente, con un ordenador de viaje de serie en esta versión que indica autonomía, velocidad media, consumo medio e instantáneo.
Ford ha colocado los mandos de la ventilación por encima de los del equipo de sonido, algo poco frecuente pero muy deseable. Sobre todo si, como en este caso, el equipo de sonido se puede manejar con un mando junto al volante.
Sobre el asiento hay discrepancias en km77. Hay a quien le ha gustado, pero hay quien un resalte que tiene a mitad de la espalda le ha parecido molesto. Cuando el apoyo lumbar está al máximo o cerca, el resalte no se nota. El asiento tiene ajuste de altura en las dos versiones. Aunque queda un poco alto para quienes prefieren ir muy abajo, no hay problemas para ver la instrumentación ni el volante queda demasiado bajo.