La longitud del CR-V es 4.635 mm, incluida la rueda de repuesto que va colocada sobre el portón trasero, que sobresale unos 200 mm de la carrocería. El interio es uno de los mejores por el espacio disponible para las piernas de entre los que hemos medido.
El CR-V ofrece el mismo espacio para las piernas que modelos de mucho mayor tamaño como el Range Rover (4.950 mm), Mitsubishi Montero 5p (4.810 mm) o el Nissan Pathfinder (4,740 mm). Tan sólo el KIA Sportage es igual de generoso en esta medida y tiene un tamaño similar al Honda (4.350 mm).
Cinco adultos caben sin problemas y tienen un maletero capaz para llevar todo su equipaje.
Los ocupantes de las plazas delanteras cuentan con un apoyabrazos individual en la parte interior de cada asiento y están separadas por una mesita abatible lateralmente (imagen). Cuando está abatida, deja espacio suficiente para pasar de las plazas delanteras a las traseras (o viceversa), algo que puede resultar útil, por ejemplo, si hay que colocar a un niño pequeño en su silla o ayudar a colocar el cinturón a un pasajero.
Los asientos, aunque cómodos, no sujetan bien el cuerpo en zonas de curvas a un ritmo rápido (principalmente la espalda). El volante se puede regular en altura pero no en longitud; aunque es posible colocarlo en una posición suficientemente cómoda, alguno compañero que lo ha probado comenta que ha echado en falta el poder regularlo en longitud. El reposapiés va colocado algo tumbado; bajo el pedal del acelerador, hay un pequeño tope de plástico para apoyar el talón y que a mí me ha resultado molesto.
Las plazas traseras son amplias, además de por el espacio para las piernas ya mencionado, por anchura y altura. La banqueta se desliza en dos partes independientes (imagen) y los respaldos se pueden reclinar en cinco posiciones distintas. Tres adultos se pueden acomodar correctamente; el suelo, es plano en la zona central, con lo que no hay ningún abultamiento que obligue al ocupante de esa plaza a separar las piernas para poder colocar los pies.
El maletero es muy capaz. Bajo la moqueta del suelo hay una mesa de plástico con patas abatibles metálicas; resta muy poco espacio al maletero y puede resultar muy práctica. Bajo las mesa, hay un hueco circular de tamaño inferior al de una rueda. En el lateral izquierdo hay una cinta para sujetar algo (por ejemplo los triángulos) y una toma de 12 V.
La bandeja que cubre el maletero está dividida en dos partes; de este modo, independientemente de la posición de los asientos, puede estar todo el maletero cubierto (imagen).
Una parte es enrollable (la que va desde el portabandera hasta el portón) y la otra no (se sujeta con unas piezas de plástico a los vástagos de los apoyacabezas traseros). Para colocar la parte que se enrolla es necesario usar las dos manos.
La luneta del portón se puede abrir de forma independiente mediante el mando a distancia o un botón que hay en la puerta del conductor. Es cómodo que esto sea así, porque se pueden introducir o sacar objetos del maletero (no muy grandes) en lugares donde no hay sitio para abrir el portón (de apertura lateral).