Honda CR-V 2.2 i-CTDi (2005) | Normal por materiales, ajustes y equipamiento
Todos los plásticos que Honda ha empleado en el habitáculo son duros, aunque con distintos acabados superficiales según la zona donde van colocados. A pesar de ello, no tienen mal aspecto en general .
El cuadro de instrumentos se pude leer con claridad, algo que no sucede con la pantalla en color del navegador; este elemento es de serie con el equipamiento EX. Además de la información del sistema de navegación muestra la del equipo de sonido.
La información del ordenador aparece en una pequeña pantalla que hay en el cuadro de instrumentos. Tiene contador digital de kilómetros totales, dos parciales y uno de consumo medio; el consumo instantáneo es un indicador digital con aspecto analógico. Para pasar de un dato a otro hay que pulsar el botón que hay en el cuadro, introduciendo la mano por el interior del volante, con el riesgo que ello conlleva.
No todos los mandos están iluminados; alguno, como el que abre el cristal trasero, hay que localizarlo a tientas cuando estamos en un lugar oscuro (como puede ser un garaje).
La palanca del freno de estacionamiento está colocada en el salpicadero (imagen). Que esto sea así no tiene ninguna ventaja (ni desventaja) a la hora de accionarla; el CR-V con cambio automático lleva la palanca de las marchas en el salpicadero junto al volante.
La iluminación interior es algo justa, con un solo plafón para la zona de los ocupantes. Delante, hay dos luces de lectura de mapas.
Hay diversos huecos repartidos por el interior: un pequeño cajón en el lado izquierdo del salpicadero, otro más grande con el fondo forrado con goma, entre los mandos del climatizador y las salidas de ventilación (imagen), un hueco bajo el cenicero, la guantera, la bolsa rígida de la puerta, la mesita abatible entre los asientos (que tiene dos posavasos) y un portagafas en el techo.