El Leapmotor T03 tiene cinco puertas y cuatro plazas, como el Dacia Spring. Los asientos delanteros son estrechos, pero la banqueta es un poco más larga que en el Dacia y dan un mejor soporte a las piernas. En general, son más cómodos y agradables en el día a día. Además, el del conductor es regulable en altura, característica de la que carece el Spring. El volante también tiene regulación en altura, pero no en profundidad (lo mismo sucede en el Spring). La inmensa mayoría de los plásticos que cubren el salpicadero y las puertas son duros, algo normal en un vehículo de esta categoría y precio. No obstante, el reposabrazos de la puerta del conductor está cubierto con tela, tiene un ligero mullido y resulta agradable para llevar el codo apoyado.
La instrumentación se ve en una pantalla de 8,0 pulgadas y el sistema multimedia en una de 10,1. Este último no es compatible con Android Auto y Apple CarPlay de manera nativa, algo que nos parece un fallo importante porque el navegador integrado es mediocre (el Dacia Spring tiene un sistema multimedia compatible con ambos protocolos y además de manera inalámbrica). No obstante, es probable que el T03 reciba esta funcionalidad en un futuro cercano a través de una actualización a distancia vía OTA (el coche tiene una conexión 4G integrada para estar permanentemente conectado a internet).
La pantalla central no está bien resuelta. En primer lugar porque está colocada en una posición muy baja y queda cerca de la rodilla del pasajero (no es infrecuente que este se golpee contra la esquina inferior de la misma al moverse en el asiento), pero también porque es difícil de ver durante el día por los molestos reflejos que se producen y por lo mucho que resaltan las huellas de los dedos. Tampoco nos ha gustado lo engorroso que resultan algunos menús, con un texto excesivamente largo, de fuente pequeña y en ocasiones mal traducido (esta es una característica muy común en los vehículos de los fabricantes chinos).
También tiene aspectos positivos: nos parece acertado el menú de acceso rápido que se despliega deslizando desde el borde izquierdo de la pantalla (permite cambiar entre los modos de conducción y desactivar algunos sistemas de ayuda a la conducción y alertas molestas), nos gusta la fluidez con la que se mueven los gráficos y menús y nos ha sorprendido gratamente la calidad de imagen que proporciona la cámara de visión trasera (esta es de serie, junto con los sensores de proximidad traseros).
Con la instrumentación pasa algo parecido: tiene una superficie brillante que provoca muchos reflejos molestos y la fuente utilizada para mostrar algunos datos es muy pequeña (imagen). Además, las posibilidades de personalización son muy escasas y no está bien aprovechada (por ejemplo, en ella no se muestran los datos del ordenador de viaje, a pesar de que técnicamente no debe ser complicado al ser una pantalla; para consultarlos hay que acudir a la pantalla central). En este sentido, el modelo de Dacia está mucho mejor resuelto, con pantallas de más calidad, menús mejor estructurados y mayor velocidad de procesamiento.
Un detalle curioso de este modelo es que muchos de los mandos utilizados para las funciones más habituales son muy parecidos (o directamente idénticos) a los de otras marcas. Un ejemplo claro está en el mando selector del cambio, situado en la columna de la dirección, que es prácticamente idéntico al que Mercedes-Benz utilizaba en algunos de sus modelos hasta hace no demasiado tiempo (imagen). Y lo mismo ocurre con los mandos de los elevalunas y los espejos retrovisores o el botón de arranque.
Espacio interior y maletero
Las plazas posteriores del T03 son pequeñas, como en el Dacia Spring. Cuatro adultos de 1,80 metros no viajarán holgados, pero tampoco como sardinas enlatadas. Según nuestras mediciones (tabla comparativa), en el Leapmotor hay cinco centímetros más de anchura entre puertas (irrelevantes dado que hay espacio de sobra para dos personas tanto en el Dacia como en el Leapmotor), tres centímetros más de altura hasta el techo (estos sí pueden marcar la diferencia para personas que ronden o superen ligeramente el metro ochenta de estatura) y otros tres más para las piernas (aquí también se notan nada más acceder al interior). Se trata, por tanto, de un coche más adecuado que el Dacia para llevar personas habitualmente en estas plazas.
En cualquier caso, más allá de los datos, el interior del T03 tiene otra ventaja clara: es mucho más luminoso que el del Spring y eso ayuda a sobrellevar mejor un viaje, además de facilitar las maniobras y la circulación en ciudad. Hay más superficie lateral acristalada y, además, lleva de serie un techo panorámico de cristal (sin apertura, pero con una cortinilla parasol de accionamiento eléctrico).
El maletero es uno de los puntos débiles del T03. Tiene una capacidad de 210 litros, que son 78 menos que el Spring. Hemos medido 11 centímetros menos de anchura y 10 menos de profundidad, pero 13 cm más de altura. Además, la boca de carga es pequeña, de formas mucho más irregulares —y más alejada del suelo— y no hay una bandeja para cubrir la carga (todo aquello que depositemos queda a la vista desde fuera). El respaldo de la fila posterior de asientos es una única pieza abatible, como en el Spring. Es decir, que si la tumbamos, el T03 solo puede transportar a dos personas (imagen).
