En el interior, los asientos delanteros proporcionan mayor sujeción y pueden estar tapizados en cuero negro o beige, de tacto muy agradable. Sujetan bien las piernas y la parte media de la espalda; los hombros quedan algo sueltos.
El volante se regula en altura y profundidad, y los reglajes tienen suficiente amplitud para personas de muy diferente talla. La regulación es eléctrica y se retira automáticamente para facilitar la entrada o salida del coche.
Me ha parecido un defecto importante del puesto de conducción (además de la ubicación del botón del control de estabilidad) la posición del freno de estacionamiento: su palanca queda rozando la pierna izquierda del conductor (si lleva el pie apoyado en el reposapiés), o al menos muy cerca. En caso de accidente tener un hierro así de cerca debe ser nefasto. También ocurre en el resto de los modelos de la gama IS y en otros coches de Toyota, como el Prius.
Parte de la consola y los paneles de las puertas tienen un recubrimiento decorativo de color claro. Los pedales son metálicos y perforados. El logotipo «F» está en el volante, en el lateral de las banquetas de los asientos delanteros y al final de la consola. El techo está tapizado en una especie de terciopelo negro de aspecto sobresaliente.
La sensación de calidad que da este modelo de Lexus es muy alta. Tiene detalles que no se encuentran habitualmente, como los parasoles o los montantes delanteros, que están tapizados del mismo tejido que el techo. O los asideros de las puertas, que aparte de desplazarse dibujando un arco también se pueden desplazar axialmente. Las luces de lectura de cuatro plazas son de diodos y dan luz bien focalizada: no deslumbran al conductor por la noche si, por ejemplo, el pasajero está consultado un mapa. También se utilizan luces de diodos para iluminar la zona de los pies de los ocupantes de las plazas delanteras y para iluminar la matrícula.
El plástico de tacto blando abunda por todo el habitáculo, incluso en lugares en los que no suele ser normal encontrarlo, como la prolongación de la consola, o la totalidad de los paneles de las puertas. Donde no se emplea este tipo de plástico hay cuero o unos plásticos pintados de aspecto metálico.
La mayoría de los huecos que hay para depositar objetos están recubiertos de un material para evitar que hagan ruido. La guantera, de buen tamaño, tiene cerradura y está iluminada.
El cuadro de instrumentos tiene indicadores del modo seleccionado para el cambio de marchas, de la temperatura del aceite del motor y de la carga de la batería. La temperatura del motor aparece como segmentos iluminados en una escala, no se sabe a qué temperatura está el aceite en cada momento. Como referencia, en una utilización cotidiana siempre marcaba tres segmentos y cinco en una utilización intensa.
Delante hay mucho espacio para las piernas y suficiente altura para conductores de hasta poco más de 1,90.
Una diferencia fundamental del IS F respecto a cualquier otro IS es que atrás sólo tiene dos plazas individuales, que sujetan mejor el cuerpo que una banqueta de tres plazas.
Si se va a usar el coche para viajar con adultos en las plazas traseras hay otros modelos más recomendables. La altura es buena, pero la distancia hasta el respaldo delantero es pequeña y la anchura insuficiente para tres personas. Además, hay poco espacio para pasar la pierna entre el montante central y la banqueta, lo que dificulta la entrada y salida.
Debido al diseño de la carrocería, con una línea de cintura elevada y unas ventanillas con poca superficie, hay gente que quizá se sienta algo encajonada en el habitáculo (otros quizá valoren positivamente esta sensación).
El maletero tampoco es amplio (378 l de capacidad). Sus formas son poco regulares: se estrecha al fondo el espacio reservado a la suspensión, de tal modo que en esa zona la anchura es de tan sólo 74 cm. Las bisagras de la tapa invaden la zona de carga y para ocultarlas se ha utilizado mucho espacio.
Tiene un doble fondo que se puede utilizar para llevar ocultos objetos no muy grandes. A los lados de este doble fondo hay unos pequeños receptáculos para depositar más cosas. Por lo demás, está a la altura del resto del coche en cuanto a terminación: completamente enmoquetado, incluida la tapa, y con buenos ajustes entre los diversos compartimentos. Está iluminado, hay ganchos para colgar bolsas y varias argollas.
Los respaldos traseros no se pueden abatir pero el maletero está comunicado con el habitáculo a través de una trampilla.
Como la carrocería tiene poca visibilidad hacia atrás se agradece mucho la cámara trasera, que da una imagen de buena calidad, tiene unas guías para facilitar las maniobras de aparcamiento y está colocada en un sitio que impide que se ensucie con facilidad.