El salpicadero del Mazda 6e poco tiene que ver con el de otros modelos de la marca. Mazda ha eliminado la mayoría de los botones, mandos y ruletas físicos y ha instalado dos pantallas de grandes dimensiones desde donde se manejan la práctica totalidad de funciones del coche (imagen). Es un diseño mucho más moderno, limpio y minimalista, de eso no hay duda, pero desde el punto de vista de la ergonomía (una de las señas de identidad de Mazda hasta la fecha), pierde puntuación.
La pantalla que hace las veces de la instrumentación es de 10,2 pulgadas y la del sistema multimedia, de 14,6. Tienen muy buena resolución y en ellas los gráficos se mueven con gran fluidez. El sistema de menús es muy parecido al que utiliza Tesla en todos sus modelos y que también es referencia para muchos coches de origen chino. Hay muchas opciones y submenús y puede que para algunos resulte un tanto abrumador. Pero cuesta poco cogerle el truco y manejarlo manteniendo la atención sobre la carretera.
El sistema multimedia incluye varios sistemas que pueden facilitar la interacción y que, en cierta medida, suplen la citada ausencia de botones: uno de control mediante gestos y otro de control por voz. El primero de ellos permite llevar a cabo acciones concretas haciendo movimientos con los dedos de las manos (pausar una canción, aceptar/rechazar una llamada entrante o silenciar el sistema de sonido, entre otros) y el segundo, lo mismo pero utilizando un lenguaje natural. Por lo poco que hemos probado el sistema de comandos vocales (y además solo en inglés, pues no estaba disponible en español), tiene un funcionamiento claramente mejorable.
La versión más equipada (Takumi Plus) incluye un Head-up Display con un área de proyección «virtual» de unas 50 pulgadas (y 7,5 metros de profundidad de campo) y funciones de realidad aumentada. Funciona correctamente y evita tener que bajar la mirada para consultar informaciones esenciales como la velocidad.
Los asientos delanteros son siempre los mismos, unos con el reposacabezas integrado. Lo que cambia en función del nivel de equipamiento es el tapizado y los colores, que van en consonancia con los del resto del habitáculo: ante y piel sintética en el acabado básico Takumi (puede ser beige o negro; imagen e imagen) y ante y piel Napa en el acabado más sofisticado, Takumi Plus (color tostado, como el de las galerías de fotos).
Nos hemos subido a un Mazda 6e Takumi Plus y la sensación de calidad que transmite es muy elevada. Prácticamente todo el habitáculo está tapizado con materiales de tacto muy agradable (incluso en zonas que no se tocan habitualmente o poco habituales, como todos los pilares o los parasoles) y las piezas están bien ensambladas entre sí, sin grandes holguras. También hay detalles llamativos, como que los altavoces de la parte alta de las puertas estén tapizados con tela del mismo color que el resto de las puertas (tanto delante como detrás).
En las plazas traseras hay espacio de sobra para las piernas de una persona de 1,86 metros de estatura (yendo delante otra persona de la misma talla). La altura hasta el techo es el punto más criticable, pues esa misma persona no podrá estirar el cuello y para apoyar bien la cabeza en su reposacabezas tendrá que dejarse caer un poco en el asiento. Los pasajeros de la fila posterior cuentan con unos mandos para regular la temperatura y la fuerza del climatizador de esa zona del habitáculo. No pudimos tomar mediciones del interior para realizar comparativas con las alternativas del Mazda 6e.
El 6e tiene dos maleteros, uno en la parte posterior (imagen) y otro bajo el capó. Según Mazda, el trasero tiene solo 336 litros de capacidad, que es un dato muy pobre para un coche de casi 5 metros de longitud, si bien es una cifra que hay que tomar con cautela. Según nuestras mediciones (producto del largo por ancho y alto mínimos), el dato real supera los 400 litros de agua, a lo que habría que sumar el espacio que hay en los recovecos laterales y el espacio bajo el piso.
No es una cifra de récord pero, si a ese dato le sumamos los 72 del maletero delantero, estaría cerca de los 500 litros de capacidad total, un dato cercano al de modelos como el BMW i4 (470 l; un solo maletero), el BYD Seal (453 l; dos maleteros), el Tesla Model 3 (513 l; dos maleteros) y el Volkswagen ID.7 (532 l; un maletero). El portón posterior con apertura y cierre automatizados es de serie en todas las versiones; el delantero se ha de abrir y cerrar a mano.