El Mazda3 es un coche ágil y estable, similar a los mejores de su tamaño en este sentido, como por ejemplo un BMW Serie 1. Responde muy bien en carreteras reviradas porque pasa muy poco tiempo entre que el conductor indica con el volante y el coche comienza a cambiar de trayectoria. Entra bien en las curvas y una vez que está apoyado transmite sensación de seguridad porque no pierde la trayectoria. En autopistas o autovías no es tan estable: es sensible a los baches y las juntas de dilatación. Modelos como el Peugeot 308 o el SEAT Leóntienen mayor estabilidad lineal. Con viento lateral, la estabilidad líneal se deteriora considerablemente.
Tiene muy buen tacto de dirección. Mazda asegura que ha realizado pequeños cambios en la asistencia de la dirección. Sin conducir primero el modelo anterior y posteriormente el actual es complicado afirmar que hay diferencias. Sucede igual en lo referente a la suspensión: soy incapaz de afirmar que el modelo de 2012 cambia con respecto al de 2009. Sí puedo confirmar que tiene una buena suspensión, que sujeta adecuadamente la carrocería cuando se circula rápido por carreteras de curvas lentas o se realizan frenadas fuertes. Aunque es algo más firme que la de, por ejemplo, un Citroën C4 o un Peugeot 308, filtra bien las irregularidades del asfalto. En ningún caso me ha parecido incómoda.
Uno de sus mayores inconvenientes, sino el mayor, es que los ruidos exteriores llegan poco filtrados al habitáculo, principalmente el aerodinámico. Mazda dice que ha mejorado este aspecto pero sigue siendo un coche ruidoso. Hay modelos mejor insonorizados, como por ejemplo un Citroën C4, un Renault Mégane o un Volkswagen Golf. La diferencia con un SEAT León no me parece grande.
La visibilidad desde el puesto de conducción es buena, aunque es complicado calcular el final de la carrocería en su parte delantera porque no se ve. En la parte trasera, el paragolpes tiene la zona central en forma de pico, lo que habrá que tener en cuenta a la hora de realizar maniobras marcha atrás. El Mazda3 necesita poco espacio para girar.
Los faros de doble xenón con iluminación adaptativa —giran 15 grados— disponibles como opción son recomendables ya que los faros halógenos de serie no dan una buena iluminación, especialmente en cortas —apenas se ven los laterales de la carretera—. La luz de largo alcance de los faros de serie sí es correcta.
1.6 CRTD 116 CV
Esta versión del Mazda3 es satisfactoria por su buena respuesta al acelerador y su bajo consumo. Lleva un motor que no es suave, resulta ruidoso en frío y responde muy bien al acelerador. Tiene fuerza para mover con mucha suficiencia el peso del coche y salir con agilidad desde parado. Permite realizar adelantamientos con rapidez incluso en marchas largas. Va asociado a una caja de cambios manual de excelente tacto, quizá un poco duro para algunos conductores. Tiene unos recorridos más bien largos y muy bien guiados.
El Mazda3 1.6 CRTD de 116 CV transmite la sensación de ser más rápido de lo que, según nuestras mediciones, es en realidad. Así, aunque acelera de forma similar a modelos parecidos, como un Citroën C4 en su versión e-HDi de 112 CV o un Hyundai i30 en su variante 1.6 CRDi de 115 CV, hay otros más rápidos (tabla comparativa).
Esta versión del Mazda3 recupera bien. En este caso sucede lo mismo que con las aceleraciones: parece que es más rápido de lo que dicen las cifras. Aún así, los datos son mejores que los de modelos de tamaño y potencia similares. La sensación que transmite cuando se circula a 100-120 km/h en sexta marcha es que tiene mucha fuerza y que se gana velocidad con rapidez. Según nuestras mediciones, las recuperaciones en marchas largas son normales comparadas con las de otros turismos parecidos (tabla comparativa).
Una característica muy positiva del Mazda3 1.6 CRTD de 116 CV es que consume poco. Esta variante tiene un gasto de carburante homologado de 4,3 l/100 km. No es un consumo especialmente bajo comparado con el de otros turismos de similar tamaño y potencia ya que algunos de ellos gastan entre 0,8 y 0,5 l/100 km menos (listado comparativo). Sin embargo, en nuestro habitual recorrido de consumo, un trayecto de 143,3 km de ida y vuelta por autovía con varias pendientes pronunciadas a una media real de 120 km/h, sí que consumió poco: 5,6 l/100 km. Entre los modelos equivalentes al Mazda3 que hemos podido medir sus consumos en este trayecto, hay muchos por encima de esa cifra y sólo unos pocos por debajo, tal y como se puede ver en la siguiente tabla.
Datos de consumo. Mediciones de km77.com | ||
Modelo | Velocidad media (km/h) | Consumo (l/100 km) |
Volkswagen Jetta 1.6 TDI (105 CV) | 120 | 5,1 |
BMW 120d (184 CV) | 118 | 5,4 |
Mazda3 1.6 CRTD (116 CV) | 120 | 5,6 |
Volkswagen Golf Cabrio 1.6 TDI (105 CV) | 118 | 5,6 |
Hyundai i30 1.6 CRDi (128 CV) | 119 | 5,7 |
Peugeot 308 e-HDi (112 CV) | 120 | 6,0 |
Citroën C4 e-HDi (112 CV) | 121 | 6,3 |
Opel Astra 1.7 CDTI (125 CV) | 120 | 6,9 |
Aunque transmite la sensación de que frena bien, según nuestras mediciones es de los turismos de su tamaño que más metros necesita para detenerse partiendo de 120 km/h, por encima de 56 (tabla comparativa). Una de las posibles causas por las que nuestra unidad de pruebas no frenó demasiado bien pueden ser los neumáticos: llevaba unos Toyo J48 que no daban mucha adherencia.
El Mazda3 que hemos probado tenía unos errores del velocímetro y el ordenador de viaje normales (más información).
Otras versiones
Como apenas hay cambios con respecto al modelo de 2009 y la gama de motores es prácticamente idéntica, la información que publicamos en su día continúa vigente. Aquí hay impresiones de conducción sobre los motores de gasolina 1.6 de 105 CV y 2.0 DISI de 150 CV, además de los Diesel 2.2 CRTD de 150 y 185 CV. Aquí hay información sobre el Mazda3 MPS de 260 CV.