Mi primera sorpresa al conducir el Nissan Almera Tino 1.8 fue comprobar que su estabilidad es mejor que la de los Almera 3 ó 5 puertas con el motor 2.2 Di hemos probado recientemente. El Tino 1.8 de gasolina no es más pesado que el Almera 2.2 Diesel, las suspensiones del monovolumen tienen amortiguadores, muelles y barra estabilizadora menos flexibles, las vías han aumentado (65 mm delante y 55 mm detrás) y nuestra unidad de pruebas tenía neumáticos más anchos (205/55) que se ofrecen con las llantas de aleación opcionales de 16 pulgadas.
Así pues, a pesar de tener un centro de gravedad más elevado, la estabilidad del Almera Tino 1.8 es superior. El monovolumen se inclina menos en las curvas, las suspensiones no rebotan tanto y el eje delantero es más eficaz, subvira menos. Y todo ello con un nivel de confort realmente bueno.
Su eje trasero rígido con el sistema Scott-Russell se comporta tan bien en carreteras de asfalto uniforme como sobre carreteras de firme bacheado y sus reacciones son muy progresivas en cualquier situación. El Almera Tino está al mejor nivel en estabilidad frente al resto de sus rivales y solamente el Fiat Multipla tiene más aplomo en curva.
No tiene control de tracción como el Mazda Premacy 1.8, pero tampoco le hace falta porque no pierde motricidad. Sí echamos en falta el control de estabilidad, elemento que sólo el Opel Zafira tiene disponible opcionalmente entre los monovolumen compactos.
La buena estabilidad de este Nissan se complementa con un equipo de frenos eficaz y que resiste bien el trato exigente. El tacto del pedal es muy progresivo y fácil de dosificar y el ABS de serie con distribuidor electrónico de la fuerza de frenada (EBD) contribuye a frenar de forma equilibrada y en pocos metros, y funciona bien incluso en carreteras bacheadas. Además, el Tino lleva de serie un sistema de asistencia de frenada (Nissan Brake Assist) que aumenta al máximo la presión del circuito de frenos en maniobras de emergencia.
El cambio es rápido y preciso, pero pudimos apreciar una holgura en la palanca del Tino que no tenía el Almera. En Nissan nos han comunicado que esto se debe a un casquillo defectuoso del reenvío del cambio que ya se ha modificado en todos los modelos puestos a la venta. Las vueltas de volante aumentan con relación al Almera (3,2 contra 2,9 ) para mejorar su maniobrabilidad, aspecto muy bien resuelto en el Tino.