A pesar de que es más bien pesado y ha crecido mucho con respecto al 206, el Peugeot 207 es un coche estable y más bien ágil; en este sentido no se parece a un Peugeot 307.
Es ágil porque entra muy bien en las curvas (no sabemos si tanto como un Ford Fiesta) y porque responde con precisión a los movimientos del volante. El control de estabilidad sólo se puede desconectar hasta 50 km/h (salvo en el RC, que se puede desconectar por completo); cuando funciona lo hace eficazmente y más bien pronto. La dirección tiene buen tacto.
En cualquier versión del 207, la suspensión no es muy blanda (la carrocería no se balancea en exceso ni tiene movimientos muy amplios). No es tan cómodo como un Renault Clio, ni tan blando como un Volkswagen Polo con la suspensión de serie, pero puede merecer la pena para aquellos que valoren mucho que el coche tenga un cierto tacto deportivo.
En marcha, el 207 está bien aislado de los ruidos de rodadura y no tiene ruidos aerodinámicos molestos. Los motores también están bien aislados del interior; sin embargo, los Diesel —que vibran poco y son muy suaves— y el de gasolina de 120 CV se hacen muy patentes en el interior cuando giran a un régimen elevado.
El 207 con motor 1,6 l Diesel de 90 CV tiene un equilibrio muy bueno entre prestaciones, consumo y agrado de uso en ciudad (no le cuesta salir desde parado, como le ocurre por ejemplo a un Fiat Punto 1.3 Multijet de 90 CV). Sin llegar a ser molesto, es ruidoso en frío y cuando está caliente se oye sobre todo al acelerar. El ruido no hace de él un coche molesto para viajar, porque a velocidad constante no suena mucho. Por sonoridad, el motor dCi que lleva el Renault Clio nos parece mejor que éste. Por suavidad de funcionamiento, el del Clio o el del Toyota Yaris D-4D también son un poco mejores. Un Fiesta 1.6 TDCi es más ruidoso.
Según nuestras mediciones el 207 con motor Diesel de 90 CV, es capaz de acelerar ligeramente más que un Ford Fiesta 1.6 TDCi 90 CV, que un Toyota Yaris 1.4 D-4D 90 CV o que un Fiat Grande Punto 1.3 M-Jet 90 CV.
Además, esta versión gasta muy poco combustible y no es especialmente sensible al estilo de conducción. Por ciudad, es fácil que no llegue a alcanzar 7,0 l/100 km; por autovía, circulando a la velocidad máxima permitida gastó 5,6 l/100 km, que es muy poco.
En parte, tiene un consumo bajo por un desarrollo largo en quinta velocidad (alcanza la velocidad máxima por debajo del régimen de potencia máxima), que hace que el motor generalmente funcione a un régimen bajo. Aun con esta quinta larga, el motor puede dar una aceleración suficiente para afrontar desniveles sin perder velocidad. Un Ford Fiesta TDCi de 90 CV tiene más capacidad de reacción en quinta velocidad (su desarrollo es más corto) a costa de un consumo mayor.
Hemos conducido el 207 SW con el motor de gasolina de 120 CV, el mismo que lleva el MINI Cooper. Como en el MINI, es necesario usar el cambio de marchas y llevar el motor a un régimen alto, para que se mueva con mucha agilidad. Aunque el motor sube de régimen con rapidez y suavidad, la respuesta a bajo y medio régimen no es contundente.
Llevar el motor a un régimen alto, siempre que se necesita obtener una respuesta rápida, penaliza la sonoridad y el consumo. Además, como en el MINI Cooper, el ruido de este motor es más elevado de lo normal. No obstante, es un motor más suave y ligeramente menos ruidoso que el Diesel de 109 CV.
El Peugeot 207 GT 1.6 THP 150 CV y el RC 1.6 THP 175 CV son los coches más deportivos de la gama. En ellos, la dureza de la suspensión es mayor que en el resto de las versiones; su estabilidad también es superior (sobre todo en el caso del RC). Más impresiones de conducción del 207 1.6 THP 150 CV.
El 207 con el motor 1.6 THP 150 CV es un coche suave en una utilización normal y tiene fuerza a casi cualquier régimen; si se lleva el motor hasta su límite, da una aceleración grande. Responde bien cuando se acelera en marchas largas, pero si el motor cae por debajo de unas 2.000 rpm no tiene mucha fuerza y aparecen vibraciones.
Como ocurre con frecuencia, a igualdad de potencia los coches que tienen motor con turbocompresor dan unas prestaciones más rápidas que los coches con motor atmosférico. Así, el 207 GT 1.6 THP 150 CV ha sido claramente más rápido que un Fiesta ST 150 y prácticamente igual de veloz que un Volkswagen Polo GTI 1.8 150 CV o un SEAT Ibiza 1.8 20VT 150 CV FR).
Aunque el dato oficial de consumo medio homologado es bajo (7,0 l/100 km), en nuestros recorridos habituales de consumo el 207 THP 150 CV ha gastado más de lo que cabe esperar de un coche con ese consumo homologado (tampoco gasta mucho teniendo en cuenta la reserva de aceleración que tiene en todo momento). En ciertas circunstancias, el consumo podría ser más bajo si tuviera una quinta marcha más larga, o mejor, una de seis con un desarrollo de transmisión largo.
Para hacer una media de 120 km/h la mitad del recorrido por autopista y la otra mitad por carretera secundarias muy rápidas, a un ritmo sostenido y con apenas tráfico, el consumo ha sido de 8,9 l/100 km. En unas condiciones similares pero con algo más de carretera secundaria (pero siempre rápida y en muy buenas condiciones) que de autopista, para hacer una media de 114 km/h gastó 8,5 l/100 km.
En ciudad el consumo puede bajar de 10 l/100 km siempre que el tráfico no sea muy denso. Las indicaciones del ordenador de viaje han estado entre 0,3 y 0,5 l/100 km por debajo del consumo real.