Los dos motores son de cuatro cilindros y están sobrealimentados mediante un turbocompresor. El de gasolina tiene 1,6 litros de cilindrada y está asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Por su parte, el Diesel tiene 2,0 litros de cilindrada y va unido exclusivamente a una caja de cambios automática de convertidor de par con seis velocidades (desarrollada en colaboración con AISIN).
Ambos motores mueven con mucha agilidad al 308 y tienen un funcionamiento muy suave, pero el de gasolina es, bajo mi punto de vista, más agradable porque entrega la potencia de manera más lineal y el márgen de utilización es mucho más amplio que en el Diesel. Como en otras versiones de la gama 308, el GT tiene una suspensión con un compromiso especialmente bueno entre comodidad y capacidad para contener los movimientos de la carrocería. Es, por lo tanto, un coche ágil y con un tacto de conducción muy agradable (más información en impresiones de conducción).
Entre las alternativas al 308 GT de cinco puertas con motor de gasolina están, entre otros, el Volkswagen Golf GTI de 220 CV o el Mercedes-Benz A250 de 211 CV (listado de turismos de 4,20 a 4,50 m con motor de gasolina de entre 180 y 230 CV). Frente a estos dos modelos, el 308 GT 1.6 THP 205 CV es ligeramente más lento acelerando de 0 a 100 km/h y alcanza una velocidad máxima inferior, pero tiene un consumo homologado de combusitble más bajo (ficha comparativa). Con la versión Diesel 2.0 BlueHDi de 181 CV ocurre algo similar, tiene unas prestaciones ligeramente peores y un consumo más bajo que sus principales alternativas, entre las que están el Ford Focus ST Diesel (180 CV), el SEAT León FR 2.0 TDI 184 CV o el Volkswagen Golf GTD de 184 CV (listado de turismos de 4,20 a 4,50 m con motor Diesel de entre 180 y 230 CV).
Estructuralmente, la suspensión es la misma que en el resto de la gama —McPherson en el eje delantero y brazos tirados unidos por un eje torsional en el trasero— pero los amortiguadores son más duros (entre un 10 y un 20 %, en función de la versión) y los muelles más cortos (7 mm en el eje delantero y 10 mm en el trasero). Además, el sistema de frenos cuenta con discos de mayor diámetro y los neumáticos son unos Michelin Pilot Sport 3 montados sobre llantas de aleación de 18 pulgadas de diámetro.
El habitáculo, salvo por algunos detalles decorativos y de equipamiento, es idéntico al del resto de versiones de la gama 308, por lo que las impresiones del interior del 308 5 puertas y del 308 SW son totalmente válidas para las versiones GT. El recubrimiento del techo es de tela negra (en lugar de blanca) y hay pespuntes de color rojo en los paneles de las puertas, en los asientos (que están tapizados en tela y Alcantara), en las alfombrillas y en la funda de la palanca de cambios. Otros detalles que distinguen al GT del resto de versiones son las iscripciones con el nombre «GT» situadas en el volante (imagen) y en la pantalla del cuadro de instrumentos (imagen) o los pedales de aluminio (imagen).
Además de por los distintos elementos mecánicos específicos, el 308 GT se distingue del resto de versiones de la gama por el aspecto. Tiene unos parachoques con un diseño diferente, unos faldones laterales, un difusor aerodinámico trasero, una salida de escape a cada lado del paragolpes (imagen) y la carrocería puede ir pintada en color Magnetic Blue, que es exclusivo para esta versión. Los intermitentes delanteros se encienden secuencialmente en el sentido del giro.
El 308 GT más asequible —1.6 THP 205 CV 5 puertas— cuesta 27 550 euros, un precio más bajo que la mayoría de modelos contra los que compite. Así, un DS 4 1.6 THP 200 CV, un Volkswagen Golf GTI 220 CV o un Mercedes-Benz A 250 de 211 CV son más caros (ficha comparativa).
Con la versión Diesel 2.0 BlueHDi 181 CV Aut. pasa algo similar. Según nuestra base de datos, hay algunos modelos de la competencia que tienen un precio más bajo, como el Alfa Romeo Giulietta 2.0 JTDm 175 CV TCT o el SEAT León 2.0 TDI FR 184 CV DSG, pero la mayoría cuestan más (listado de turismos con motor Diesel de entre 170 y 200 CV con cambio automático).
En todos los 308 GT son de serie, entre otros elementos, los faros de ledes para todas las funciones, el acceso y arranque sin llave, los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, los asientos delanteros deportivos, el freno de estacionamiento automático, las lunas traseras sobretintadas o un sistema multimedia con pantalla de 9,7 pulgadas y sistema de navegación. También incorporra el «Driver Sport Pack», que es opcional en otras versiones de la gama. Este sistema modifica el funcionamiento de la dirección, del pedal del acelerador y del cambio de marchas automático, además de amplificar el sonido del motor a través de los altavoces del sistema de sonido.
Al igual que en el resto de versiones de la gama 308, el GT puede tener elementos de equipamiento como el «Driver Assistance Pack», que engloba el programador de velocidad activo, la alerta por riesgo de colisión y la frenada automática de emergencia, un sistema que permite al vehículo aparcar o salir del aparcamiento de manera semiautomática («Park Assist») o unos asientos delanteros con calefacción y sistema de masaje.
Según nuestro comparador de seguros, la póliza a todo riesgo sin franquicia con mejor relación entre calidad y precio para un 308 GT 2.0 BlueHDi de 181 CV la ofrece la compañía Pelayo por un precio anual de 817 euros. El tomador de este supuesto es un hombre de 30 años con más de 10 de carné, que recorre hasta 30 000 km anuales, reside en Madrid y aparca en un garaje comunitario.