La versión Targa está basada en el 911 Carrera y se caracteriza porque tiene un techo de cristal practicable con mando eléctrico. Lleva el mismo motor bóxer de 3,6 litros con 320 CV y se puede adquirir con cambio manual de seis velocidades o con cambio automático de cinco marchas y mando secuencial en el volante, denominado «Tiptronic S».
Cuando se abre, el techo corredizo de cristal se esconde bajo la luneta trasera; ya el anterior 911 (serie 993) tenía un techo de similares características. La diferencia principal es que en el anterior Targa (993) los elementos del techo de cristal llegaban a rozar entre ellos en situaciones de torsión y producían incómodos chasquidos, mientras que en el nuevo 911 Targa se ha realizado una estructura de goma sobre la que se apoyan todos los elementos de cristal, de modo que se han evitado dichos chasquidos y se ha mejorado la insonorización y la estanqueidad.
Otra novedad que diferencia al nuevo Targa es que es el primer y único Porsche 911 que tiene una luna trasera practicable, elemento que hace más fácil y práctica la carga y descarga de ligero equipaje sobre sus plazas traseras. Con el respaldo de los pequeños asientos traseros abatidos, se crea un espacio de carga adicional de 230 litros (además de los 130 litros del maletero). Cuando se abre totalmente la luneta practicable se encienden dos luces para facilitar la visión en el interior.
Mecánicamente, el 911 Targa es idéntico que un 911 Carrera Coupé, aunque la suspensión ha sido adaptada a su mayor peso. En la práctica, no da sensación de haber perdido ni agilidad ni eficacia. El aumento de peso se debe a los motores eléctricos que mueven el techo, al cristal (que es de construcción similar a la luna frontal) y a los refuerzos necesarios para no perder rigidez.
Porsche ha aplicado refuerzos a los tres pilares del techo, sobre todo en el marco del parabrisas, que tiene un refuerzo similar al del 911 Cabrio. Consiste en una barra de acero de alta resistencia de 30 mm de diámetro. Porsche ha probado a cargar el coche al máximo, subir dos ruedas en un escalón de 15 cm y comprobar que, tanto el techo de cristal como la luneta trasera practicable se abren y cierran perfectamente.
El Porsche 911 Targa pesa 1.490 kg; 70 kg más que el 911 Carrera Coupé y 10 menos que el 911 Cabrio. Este incremento de peso hace que la aceleración de 0 a 100 km/h sea similar a la del Cabrio, que lo hace en 5,2 segundos, frente a los 5,0 segundos del cupé. En cualquier caso, la velocidad máxima no varía: 285 km/h para el manual y 280 para el Tiptronic S. El 911 Targa consume lo mismo que el 911 Coupé (11,1 l/100 km), tiene los mismos desarrollos de transmisión e idénticos frenos y neumáticos. Opcionalmente puede llevar también llantas de 18 pulgadas de diámetro con neumáticos más anchos (225/40 ZR 18 delante y 285/30 ZR 18 detrás).
El primer Porsche 911 Targa se presentó en 1968. Aquel modelo se caracterizaba porque se desmontaba en una pieza la parte superior del techo, al igual que en el resto de los 911 Targa aparecidos hasta 1996. En dicho año apareció el 911 Targa de la serie 993 con un novedoso techo de cristal practicable que se desplazaba hasta esconderse bajo la luna trasera, similar al del nuevo 911 Targa (serie 996).