Al volante, el Renault 4 E-TECH se parece mucho al R5 E-TECH en el que está basado, pero no es completamente igual. La suspensión —especialmente la del eje posterior, según la marca— tiene un ajuste algo más suave y proporciona un nivel de confort ligeramente superior. No hay una diferencia radical, pero es sensible y hace del R4 un modelo más adecuado para viajar con la familia (consideraciones sobre la autonomía aparte).
Precisamente esa diferencia en el ajuste de la suspensión junto con la mayor altura libre al suelo (el centro de gravedad está más alto que en el R5, por tanto) hacen que no sea un coche tan ágil y reactivo en curvas como su «hermano menor». Pero aquí, nuevamente, no hay diferencias de bulto. Es más, me ha parecido mejor resuelto en este sentido que la mayoría de modelos de características similares contra los que compite, incluidos aquellos que tienen un motor de combustión.
En definitiva, y en esto sí que es idéntico al Renault 5, el Renault 4 es un coche tremendamente equilibrado que, a buen seguro, satisfará las necesidades de una gran mayoría de potenciales usuarios. Los hay más confortables (un BYD Atto 3, por ejemplo) y también los hay más ágiles (un Ford Puma con motor de combustión; no hemos probado el Gen-E), pero en ambos aspectos, el Renault 4 es superior a la media.
Hay más elementos que ayudan a que las sensaciones al volante sean casi siempre positivas, como la dirección o los frenos. La dirección, de nuevo como en el R5, tiene un buen peso, resulta suficientemente informativa (siempre teniendo en cuenta que no se trata de un deportivo, sino un vehículo de corte familiar) y es fácil de manejar en ciudad, donde no ofrece mucha resistencia al maniobrar. Los frenos, por su parte, tienen un tacto que en nada se parece al de la mayoría de modelos eléctricos, donde el paso de la frenada regenerativa a la de fricción suele provocar ciertas inconsistencias. Aquí no las hay. El pedal tiene un recorrido uniforme, firme y consistente que permite modular con mucha precisión la frenada. Probablemente el hecho de que sea un sistema electrico (by wire, más información) y no hidráulico tenga mucho que ver al respecto.
Para la frenada regenerativa hay una diferencia importante con respecto al Renault 5: ahora hay cuatro niveles predefinidos que se cambian mediante unas levas que hay tras el volante, en lugar de solo dos seleccionables mediante la palanca del cambio que hay en la columna de la dirección. Además, Renault ha añadido la función one pedal (o pedal único), que puede resultar interesante para ciudad o atascos porque reduce mucho el uso del pedal de freno (la retención es muy elevada y puede llegar a detener el coche). Todas estas mejoras llegarán pronto al Renault 5 E-TECH.
Por ahora solo hemos conducido la versión de mayor potencia (150 CV), que además va asociada a la batería de más capacidad (52 kWh). No hemos medido sus prestaciones, pero las oficiales que ofrece la marca dan una buena idea de cómo se mueve el coche entre el tráfico: 8,2 s para pasar de 0 a 100 km/h y 6,4 s para hacerlo entre 80 y 120 km/h (para el Renault 5 medimos 6,0 en esta última medición). Son datos buenos, que a efectos prácticos suponen moverse con agilidad y no echar en falta más empuje en casi ninguna situación. Eso sí, como en otros modelos eléctricos de Renault, la potencia no llega con virulencia o de manera repentina, sino más bien lineal, suave y progresiva.
Los datos de consumo obtenidos durante la presentación del modelo a la prensa no son demasiado representativos porque se dieron bajo unas circunstancias muy concretas: temperatura ambiente templada (unos 20 grados, que es ideal para los modelos eléctricos), pocos desniveles a superar y una velocidad media baja (apenas circulamos por autopistas). No obstante, pueden resultar orientantivos para algunos recorridos concretos: en poco más de 200 kilómetros de conducción normal, al ritmo del resto del tráfico y con el climatizador conectado casi todo el tiempo en modo automático a 21 grados, el ordenador de viaje indicó un consumo de 13,7 kWh/100 km (en teoría daría para recorrer unos 380 km, muy cerca de los 397 homologados para esta versión; ficha técnica).
No obstante, como hemos comentado, son datos obtenidos en unas circunstancias muy concretas y que hay que tomar con cautela. Cuando conduzcamos el coche por nuestras carreteras habituales y hagamos nuestros recorridos comparativos, daremos una opinión más certera sobre este asunto.
Todos los Renault 4 E-TECH tienen tres modos de conducción predefinidos (Eco, Comfort y Sport) y uno configurable (Perso). Pero además, y en esto es distinto al Renault 5, al pedir la opción «Extended Grip» se añaden otros dos modos pensados para ser utilizados fuera del asfalto (Snow y All-Terrain), además de unos neumáticos de todo tiempo (GoodYear Vector4Seasons).