El SEAT León Cupra está a la venta con un motor de 240 CV por 26.200 €. Este coche resulta muy interesanter ya que no hay otro coche similar que sea más barato y que, a la vez, tenga más potencia, ni capacidad de aceleración. Un Renault Megane 3p 2.0T 16v Renault Sport Acces es sólo un poco más barato con un motor de 224 CV y un equipamiento inferior. Un Opel Astra OPC con 241 CV es mucho más caro.
Es muy indicado para quien valore el tacto ágil y deportivo que tiene en carreteras lentas: para un uso así muy recomendable, al margen de su precio. No es desaconsejable del todo por la dureza de su suspensión, pero para viajar mucho y con un confort suficiente, hay coches más indicados como un Mazda3 MPS o un Ford Focus ST.
El motor del León Cupra es muy bueno por su respuesta, tanto por su respuesta cuando se busca mucha capacidad de aceleración, como cuando se utiliza en condiciones de tráfico, porque tiene mucha fuerza en cualquier circunstancia. Según nuestras mediciones, el León Cupra es tan rápido como un Mazda3 MPS (260 CV) y supera a coches como el Ford Focus ST 225 CV.
Como suele ser habitual el los coches que tienen motor turboalimentado, el SEAT León Cupra supera claramente en prestaciones a coches similares con motor atmosférico, como un Volkswagen Golf R32 de 250 CV (que además, es un coche mucho más pesado que el León, entre otras razones porque tiene motor de seis cilindros y tracción total).
El motor de 240 CV me ha dado la impresión de ser un poco más puntiagudo que la variante de 200 CV del que deriva (se parece más a un motor turbo antiguo que el de 200 CV). El de 240 CV tiene menos energía cuando gira bajo de revoluciones y, a medio régimen, da un incremento de potencia muy importante en un intervalo relativamente pequeño. El corte de inyección es a 7.000 rpm y hasta unas 6.700 rpm llega con muchísima rapidez.
Donde también destaca el León Cupra es en consumo. Según SEAT, gasta 8,3 l/100 km en el ciclo mixto homologado de consumo; es decir, gasta menos que cualquier coche de sus características y menos que algunos con menos potencia.
El SEAT León Cupra no es un coche cómodo de suspensión. No obstante, el trabajo que ha hecho SEAT en las suspensiones del León Cupra me parece muy bueno (más información), porque no tiene algunos inconvenientes de los coches con suspensión dura: la carrocería no se mueve muy bruscamente cuando hay irregularidades, ni tiende a perder la trayectoria en carreteras rotas.
Con respecto a cualquier otro León, el Cupra tiene cambios en la suspensión que efectivamente se notan en sus reacciones. Es un coche estable como pocos en carreteras lentas es uno de esos coches que transmite perfectamente al conductor la situación de las ruedas en cada momento (al estilo de un Volkswagen Golf GTI). Que un coche deje sentir bien los apoyos me parece indispensable para poder conducir rápidamente con confianza: esto lo hace mucho mejor el León Cupra que el Astra OPC.
También me parece muy buena la adherencia que da con los neumáticos que tiene de serie (unos Pirelli PZero en medidas 225/40 R18 93W). La motricidad también es muy buena porque, dentro de un margen, se puede acelerar con energía a la salida de las curvas lentas sin que el control de tracción nos deje sin capacidad de aceleración; si llega a actuar éste no frena al coche, sino que deja seguir acelerando en la medida de lo posible. Sólo tienen mejor motricidad los coches de tracción total (el Golf R32). Incluso un Mazda3 MPS, que tiene diferencial autoblocante, le cuesta más transmitir la fuerza del motor al suelo (y a causa de las reacciones que tiene este sistema sobre la dirección, le quita facilidad de conducción).
El León Cupra no tiene reacciones que lo hagan difícil de conducir. Más bien al contrario, sorprende el ritmo al que se puede ir con poco esfuerzo; de hecho es más fácil de llevar a un ritmo rápido que un BMW 130i.
De todos los cambios que tiene el León Cupra en el interior, lo más interesante son los asientos tipo bacquet. A mí me ha parecido que dan una sujeción extradordinaria. Para personas muy corpulentas, la marcada forma cóncava que forman los laterales y el fondo del respaldo, hace que no se puedan acomodar muy bien.
La instrumentación tiene diferencias con respecto al resto de los modelos. Por una parte el velocímetro está ajustado hasta 280 km/h y el cuenta revoluciones tiene una marca roja característica a partir de 6,400 rpm.
Los indicadores de la temperatura del agua y del nivel de combustible son distintos a los de un FR e idénticos que los de cualquier otro León.
Las llantas del Cupra son de 18 pulgadas. En la parte trasera de la carrocería tiene las letras «Cupra» debajo del mando de apertura del portón, y una salida de escape oval de grandes dimensiones. Los espejos retrovisores tienen la carcasa pintada en color negro.
El paragolpes delantero sólo se diferencia del de un León FR en que tiene algunos elementos pintados en negro, en lugar de ir pintados en el color de la carrocería.
El equipamiento de serie incluye control de estabilidad, climatizador de dos zonas, mandos de la radio en el volante y ordenador de viaje, entre otros elementos. Opcionalmente puede tener navegador integrado con pantalla a color (junto con conexión «bluetooth» para el teléfono, aunque también puede tener este elemento por separado) o puede llevar una preinstalación para colocar un navegador portátil TOM TOM (que es una opción mucho más económica que el navegador integrado).