Este motor tiene 2,0 l de cilindrada, inyección directa de gasolina y 240 CV, constantes entre 5.700 y 6.300 rpm.
Existen cuatro variantes de este motor en función de su potencia: 170 CV; 200 CV; 240 CV y 265 CV.
El motor de 240 CV se diferencia de las versiones menos potentes por el sistema de alimentación y por la resistencia de algunas sus partes fijas y móviles.
Tiene un turbocompresor distinto que da una presión de sobrealimentación de hasta 1,8 bar y los inyectores tienen unas toberas más gruesas. SEAT ha reforzado los bulones, las bielas y los elementos de unión entre las bielas y el cigüeñal. El bloque es más rígido que en las versiones menos potentes y culata está fabricada en una aleación de aluminio más resistente al calor.
SEAT ha desarrollado el sistema de escape para que tenga un sonido grave cuando el motor gira a un régimen más bien bajo, ya sea en fases de aceleración o deceleración.
Con respecto a cualquier otro León, el Cupra tiene modificaciones importantes en las suspensiones. En el eje delantero, las manguetas están fabricadas de aluminio (en lugar de acero fundido) y los trapecios también (en lugar de chapa de acero). Según SEAT, estos cambios reducen en el eje en 7,5 kg el peso de las masas no suspendidas, lo que reduce la tendencia al subviraje.
Además, la barra estabilizadora delantera es más delgada que en el resto de los León (tiene 22,5 mm de diámetro por 3 mm de espesor, en lugar de 23,6 x 3,5 mm), lo que favorece la motricidad.
Los muelles y los amortiguadores son específicos en esta versión. Los muelles dejan la altura de la carrocería 14 mm más baja con respecto al suelo que en un León convencional, y 7 mm más baja con respecto a un León con acabado «Sport-up o FR». En el León Cupra, los elementos de unión de la carrocería con las suspensiones (casquillos) son más rígidos y la dirección tiene una asistencia distinta.
Tiene unos neumáticos 225/40 y llantas de 18 pulgadas de diámetro. Los discos de freno de freno delanteros son ventilados y tienen 345 mm de diámetro. Los discos traseros son macizos y tienen 286 mm de diámetro.
El diámetro de los discos delanteros es muy grande; es mayor de lo habitual en coches de este tipo, como por ejemplo el Astra OPC (321 mm) o el Mazda3 MPS (320 mm). El Golf R32 de 250 CV (que es mucho más pesado que el León, entre otras cosas porque tiene tracción total y motor de seis cilindros) tiene los discos delanteros del mismo tamaño que el Cupra.
El control de estabilidad es de serie y tiene funciones de secado de los discos, recomendación de dirección en situaciones de emergencia y de aumento automático de la presión del circuito de frenado cuando se calienta el líquido y se pisa el pedal de freno.
La función de recomendación hace que, ante un sobreviraje, el funcionamiento de este dispositivo consiste en aumentar o disminuir el par resistente que hace la dirección sobre el volante, para dificultar o facilitar al conductor el giro del mismo en función de si está actuando sobre él de forma incorrecta o correcta. Esta función no llega a variar la trayectoria del coche por sí sola en ningún momento.