El Toyota GT86 2017 es un cupé de cuatro plazas (las dos traseras de tamaño pequeño) y dos puertas. Mide 4,24 metros de longitud, 1,78 metros de anchura y 1,29 metros de altura. Tiene un motor bóxer de gasolina de 200 CV y tracción trasera. Desde diciembre de 2017, el sistema de frenos de serie es de Brembo, con unos discos más grandes de los que tenía hasta entonces y unas pastillas de mayor rendimiento (más datos en información técnica). Asimismo, a partir de dicha fecha las llantas tienen un diseño diferente, aunque no cambian sus dimensiones, ni tampoco la de los neumáticos (215/45 R17). Nosotros hemos probado el GT86 antes de estas últimas modificaciones y los frenos tenían muy buen tacto, aunque la distancia de frenada que medimos desde 120 km/h fue mala (impresiones de conducción).
El GT86 2017 reemplaza al GT86 de 2012 y está a la venta por 34 490 euros con una caja de cambios manual de seis velocidades y por 36 490 euros con una automática de idéntico número de relaciones (antes de las modificaciones en el sistema de frenos de diciembre de 2017 costaba 1500 euros menos; todos los precios). Con la automática es menos veloz y gasta menos carburante (ficha comparativa), aunque la manual casa mejor con el planteamiento del coche.
El Toyota GT86 es más costoso que el Subaru BRZ (que prácticamente es el mismo coche que el Toyota). Cuesta casi lo mismo que un BMW Serie 2 220i Coupé Aut. y es más barato que un Audi TT 1.8 TFSI; un Volkswagen Scirocco 2.0 TSI es más económico (ficha comparativa). El Nissan 370Z cuesta lo mismo que el Toyota, con un motor que supera al del GT86 en 128 caballos (ficha comparativa). Ninguno de estos posibles rivales, a excepción del BRZ, transmiten a su conductor unas sensaciones de conducción equiparables.
Toyota ha hecho cambios en la suspensión y en la carrocería (en el apartado de Información técnica damos más detalles) y han surtido efecto. Bajo mi punto de vista, este GT86 tiene reacciones más fáciles de controlar y más progresivas que el anterior. Y todo eso ayuda a que el conductor tenga mejores sensaciones. El motor —de 200 CV— y las cajas de cambios permanecen sin cambios.
Ahora sí me parece un coche pleno para los amantes de las grandes sensaciones al volante. Es un vehículo que conecta a su usuario con la conducción de una forma que hoy, salvo excepciones, parece casi olvidada. Su faceta deportiva no es incompatible con una cierta economía en el uso diario, pues su consumo de carburante no es alto (combinando recorridos por ciudad y carretera a un ritmo normal, puede bajar de 10 litros. En autovía gasta unos 7 litros siempre que se conduzca con suavidad). A diferencia de otros deportivos que tienen neumáticos muy grandes (tanto por anchura como por diámetro) y costosos, el GT86 tiene unos de dimensiones comedidas (215/45 R17) que, además, no son de una gama deportiva (Michelin Primacy HP). En el apartado Impresiones de conducción hay más información al respecto.
Los asientos quedan muy cerca del suelo y eso dificulta un poco el acceso al interior si no se tiene un mínimo de agilidad. Una vez dentro, se tiene más sensación de luz y de espacio que en un Audi TT porque hay más cantidad de cristal alrededor, porque los montantes del techo son más estrechos y porque el borde de las ventanillas no queda muy alto respecto al tronco de conductor y acompañante. Dentro del GT86 hay espacio de sobra para una persona de, al menos, 1,80 metros. El techo no queda demasiado cerca de la cabeza (tiene más altura libre que muchos cupés y mucha más que algunos descapotables, como el Mazda MX-5) y la anchura es suficiente para que los ocupantes no se molesten entre sí o rocen con sus hombros y codos en las puertas.
Si el asiento del conductor ocupado por una persona de 1,80 metros, la parte posterior de su respaldo queda prácticamente pegada a la banqueta del asiento trasero. No hay posibilidad, por tanto, de que alguien ocupe esa plaza trasera. El acompañante delantero, sin embargo, puede ir más adelantado que el conductor, pues dispone de un túnel relativamente profundo donde meter las piernas. Gracias a ello, si este adelanta su asiento (a costa, eso sí, de su comodidad), detrás queda un sitio mínimo para un tercer ocupante (imagen de las plazas posteriores).
El maletero tiene 243 litros de capacidad y formas regulares. Es relativamente aprovechable porque la boca de carga no es pequeña (imagen) y su interior es regular. Si se necesita más espacio de carga, se puede abatir el respaldo de las plazas posteriores (imagen e imagen), con lo cual resulta una superficie plana de carga de 135 centímetros. En el apartado Impresiones del interior del Toyota GT86 2012 hay más información sobre cómo es el interior.
Toyota ha actualizado ligeramente interior del GT86 2017, pero mantiene su esencia de vehículo sencillo. Mientras muchos fabricantes cada vez disponen en el interior de sus vehículos más elementos vistosos, Toyota sigue otro camino. El GT86 tiene pocas distracciones y adornos. Los pocos mandos disponibles se pueden manipular sin apenas mirarlos. La pantalla central es de tamaño moderado (la mayor posible mide 6,1 pulgadas de extremo a extremo). Opcionalmente se puede pedir un sistema de navegación con el que se dispone de tres años de actualización de mapas y servicios en línea (Toyota Touch 2 & GO). El GT86 está hecho para que el conductor se centre en lo que debería ser su tarea principal. De hecho, en conducción deportiva, ni siquiera hace falta mirar la instrumentación para elegir el momento óptimo para cambiar de marcha, pues cuando el motor llega a un determinado régimen (configurable entre 2000 y 7000 rpm) se produce un pitido y se enciende testigo rojo en la instrumentación que se ve con el rabillo del ojo.
Dentro de esa sencillez, la calidad percibida en el habitáculo es mayor que en el modelo anterior gracias al empleo de materiales con mejor aspecto y tacto en el guarnecido de las puertas y en la parte superior del salpicadero. Además, Toyota ha instalado un volante 3 mm más pequeño (tiene 362 mm, imagen) y ligero, con mandos integrados para el manejo de las distintas funciones del sistema de sonido (en el modelo anterior no había ningún botón; imagen) y en cuya parte central tiene el logo 86. El cuadro de instrumentos tiene una pantalla a color de 4,2 pulgadas que se puede controlar desde los mandos del volante y presenta información que antes no estaba disponible, como un gráfico de aceleración, la potencia y par que el motor está entregando en ese momento y un cronómetro (imagen de algunas de las posibilidades).
Los principales cambios de diseño del GT86 2017 se centran en la parte delantera, donde son nuevos los faros —ahora realizan sus funciones mediante ledes, imagen—, el parachoques y la parrilla. En la parte trasera son igualmente nuevos los pilotos —también con ledes, imagen— y el parachoques. Además, hay un nuevo modelo de llantas de aleación y el alerón de la tapa del maletero tiene un diseño distinto.
En nuestro comparador de seguros de coche hemos calculado el precio de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Toyota GT86. El tomador del seguro es una persona de 38 años que vive en Madrid y lleva más de 10 años sin dar un parte a su anterior compañía de seguros. Esta persona recorre solo 8000 kilómetros con el coche, el cual guarda en un garaje colectivo. Con estas características, el precio más barato lo ofrece Mapfre por 642 euros (esta póliza tiene una calidad de 7,23 puntos sobre 10; información de qué aspectos se tienen en cuenta a la hora de valorar la calidad de una póliza).