Consumo
En el recorrido que realizamos para comparar lo que gastan todos los coches que probamos, el ID.4 ha gastado 21,8 kWh/100 km. Es un dato normal para un coche de estas características —el Mercedes-Benz EQA gastó también 21 kWh/100 km— en las condiciones en la que lo hemos hecho (con 19 ºC). En invierno, si hay que usar la calefacción, la cifra aumentará de forma clara y, por tanto, la autonomía será menor. En verano, con el aire acondicionado, la distancia que se puede recorrer también se ve mermada.
Esta prueba la hacemos por autovía. Es un trayecto de ida y vuelta (para compensar la diferencia de altura), con un puerto de pendiente importante y varios más pequeños. Quien viaje por zonas más sencillas obtendrá consumos algo menores al nuestro y a quien vaya por otras que sean más complicadas, le sucederá lo contrario. Conviene tenerlo en cuenta a la hora de poner en contexto la cifra de autonomía, que en nuestro caso ha sido de 350 kilómetros (la homologada de esta versión es 493 km; la diferencia entre ese valor y el que hemos obtenido es la habitual en los coches eléctricos, del orden del 25 % menos).
En conducción urbana los 350 kilómetros pueden aumentar hasta unos 450. Esa autonomía equivale a un consumo de 16 kWh/100 km, una cifra que se puede lograr conduciendo de manera cuidadosa en entornos con tráfico fluido y velocidades moderadas (menos de 50 km/h). Quien tenga tráfico denso, circule a velocidades más elevadas o conduzca de manera impetuosa no logrará alcanzar esa distancia.
Durante la prueba hemos hecho tres recorridos comparativos con un Ford Mustang Mach-E (la versión de 351 CV con tracción total). El Mustang Mach-E tiene una carrocería más larga, pero pesa parecido (hay 58 kg de diferencia), así que la comparación es equilibrada en este aspecto (ficha comparativa). El primer recorrido corresponde a un trayecto desde el centro de Madrid a una zona exterior, con tráfico fluido salvo un tramo de unos 500 metros con atasco. El segundo trayecto es urbano puro, con muchos cruces y semáforos. El tercero, es el que hacemos por autovía con todos los coches. Estos han sido los resultados:
Urbano 1 (kWh/100 km) | Urbano 2 (kWh/100 km) | Autovía (kWh/100 km) | Homologado (kWh/100 km) | |
Volkswagen ID.4 204 CV | 16,0 | 20,8 | 21,8 | 18,3 |
Ford Mustang Mach-E 351 CV | 16,1 | 22,0 | 23,0 | 18,7 |
Nuestros resultados coinciden con las cifras homologadas, no tanto en magnitud, sino en cuanto a que el modelo de Volkswagen tiene un consumo siempre algo inferior. Como el Ford tiene una batería con mayor capacidad (88 kW, frente a 77), su autonomía no es menor.
Hay un modo de conducción orientado a la contención del consumo. Al activarlo, la velocidad máxima se limita a unos 130 km/h (si se acelera a fondo, se puede sobrepasar), el climatizador trabaja con un menor consumo energético (y por tanto disminuye su eficacia) y el programador de velocidad actúa con más parsimonia. Cuando yo lo he empleado, la autonomía indicada sólo aumentaba unos pocos kilómetros.
La autonomía se muestra en el cuadro de instrumentos junto con un gráfico que indica al conductor la cantidad de energía que está gastando o regenerando. El resto de datos del ordenador de viaje se visualizan en la pantalla del sistema multimedia (imagen). Hay tres contadores: uno que se pone a cero automáticamente al iniciar el viaje, otro que registra los datos tras una recarga y el tercero que se puede usar a voluntad. La información que aparece es la siguiente: Consumo medio e instantáneo, velocidad media, distancia recorrida y tiempo en funcionamiento.
Recarga
Durante la prueba no hemos tenido incidentes con las recargas del ID.4 (quitando problemas con alguna App de los proveedores de energía), todo ha transcurrido con normalidad, tanto en las que hemos hecho con corriente alterna como con las de continua (las rápidas).
La toma de recarga está en la aleta trasera derecha, bajo una gran tapa (imagen). Para proteger los conectores de corriente continua hay una pieza de plástico sujeta con una tira del mismo material, que evita que se pierda cuando se quita. Junto a la conexión hay una luz que informa del proceso (blanco: en espera; verde: cargando; rojo: problema).
Cuando se conecta el ID.4 a la alimentación exterior, en la pantalla del sistema multimedia aparecen los datos del porcentaje de batería y autonomía. Se muestran a gran tamaño, lo cual facilita mucho consultarlos desde el exterior. También hay una escala, que además de informar visualmente del nivel de carga, permite ajustar el límite máximo (lo aconsejable es no superar el 80 %, salvo si se va a salir de viaje). Hay otros dos datos interesantes: una estimación del tiempo que va a llevar la recarga y la cantidad de kilómetros que se recuperan por minuto.
Desde esa misma pantalla también es posible reducir la intensidad de carga en corriente alterna y configurar si queremos que el cable se desbloquee automáticamente al finalizar el proceso. Lo primero resulta de utilidad si estamos cargando en un lugar con poca potencia contratada (así se evita que salte el limitador de la instalación); lo segundo es un asunto de respeto a los demás: si se deja el coche cargando en un lugar público y la carga ha terminado, otro usuario puede desconectar el cable y cargar su coche en el mismo punto.
La potencia a la que se puede cargar depende de la batería según se muestra en la tabla siguiente:
Batería | C.A. (kW) | C.C. (kW) |
55 kWh | 7,2 | 50 o 100 |
82 kWh | 11 | 125 |
El consumo que he obtenido a lo largo de la prueba ha sido de 21 kWh/100 km. Es el que voy a tomar como referencia para los cálculos que vienen a continuación.
Recuperar 100 km de autonomía conlleva desde unas 10 horas hasta 10 minutos, según la instalación. En la tabla siguiente aparecen los valores más habituales.
Potencia (kW) | Tiempo aproximado para recuperar 100 km de autonomía. |
2,3 | 10 horas |
3,7 | 6 horas |
7,2 | 3 horas |
11 | 2 horas |
50 | 25 minutos |
100 | 12 minutos* |
125 | 10 minutos* |
*La potencia de carga no es constante, va disminuyendo según la batería va recuperando energía. Esos tiempos son en el mejor de los casos.
El coste por kilómetro también depende de la potencia a la que se recarga. Puede ser cero si se utiliza un poste gratuito, de poco más de un euro en casa (también depende mucho de la tarifa contratada) o de unos 17 euros si se quiere recargar en una red ultrarrápida (de 100 o más kilovatios) como la de Ionity. En postes de 50 kW, que son mucho más habituales que los ultrarrápidos, el coste por kilómetros es de entre 7 y 9,5 euros. Con estas cifras queda claro que, para amortizar un coche eléctrico, hay que cargar mayoritariamente en el domicilio.