Plazas delanteras
En las plazas delanteras no hay problemas de espacio, salvo para alguna persona muy alta. El recorrido longitudinal del asiento delantero no es muy grande, pero la banqueta puede ir alta en relación a los pedales y eso lo compensa un poco.
Es posible bajar la banqueta hasta un nivel inusualmente bajo entre los monovolúmenes. Por ello y por la inclinación del volante, el puesto de conducción del Touran es muy parecido al de un turismo normal, y casi igual al de algunos turismos donde se va alto. Bajar el asiento al máximo no es lo más cómodo para personas menudas ya que resta visibilidad y el volante —aunque es regulable en altura y profundidad— queda ligeramente alto.
Entre el asiento, que sujeta muy bien el cuerpo, y el apoyo para el pie izquierdo —amplio y bien colocado—, es posible dejar los brazos muy sueltos para conducir porque apenas hay que sujetarse en el volante al tomar curvas.
El respaldo del acompañante del conductor se puede abatir para conseguir una especie de mesa o para transportar objetos de gran longitud a lo largo del coche.
Como ocurría en el anterior Touran, el interior tiene buenos materiales recubrimiento, piezas bien ajustadas y diversos espacios donde poder dejar cosas, entre ellos un práctico cajón con tapa en la parte superior del salpicadero (imagen), un portagafas en el techo (imagen), cajones bajo los asientos delanteros (imagen) o en el suelo de las plazas traseras (imagen). La guantera está refrigerada y tiene sitio para dejar ahí algún botellín de agua o lata de refresco.
En la zona inferior del salpicadero, a la izquierda del volante, hay otro cajón que además de servir para guardar cosas pequeñas (unos guantes, por ejemplo) da acceso a los fusibles. El sistema de cierre es mediante unos pivotes de plástico que encajan a presión y su manejo es nada suave.
Segunda fila de asientos
El Volkswagen Touran tiene unas plazas traseras menos espaciosas que las de otros monovolúmenes semejantes, tanto las de la segunda fila, como las de la tercera opcional. A pesar de ello, no es un coche poco amplio.
En la segunda fila hay espacio para las piernas suficiente para usuarios de talla media. Si los ocupantes de las plazas traseras quieren viajar con las piernas lo más estiradas posible o en las plazas delanteras se sienta alguien que lleve el asiento muy retrasado, hay mejores alternativas, como el SEAT Altea XL, el Toyota Verso o el Citroën C4 Picasso.
Los tres asientos de la segunda fila son individuales y el central es un poco más estrecho que los laterales. Como tiene mucha anchura entre hombros y tres asientos buenos, el Touran puede ser mejor alternativa que por ejemplo un Altea XL (que es muy estrecho) para llevar a tres ocupantes.
Los tres asientos se pueden desplazar longitudinalmente hasta 15 cm. Para ello hay que tirar hacia arriba de una palanca que hay en la base del asiento. Cada una de esas tres plazas se puede abatir mediante unas tiras de tela que hacen que su manejo sea muy cómodo. Esto permite distribuir el espacio entre los ocupantes de las plazas traseras o los de las delanteras, según convenga en cada caso.
La única manera de conseguir una superficie de carga relativamente plana, sin escalones, es desmontar los asientos de la segunda fila. El mayor inconveniente que encontramos para desmontarlos es que hay que tener fuerza suficiente para mover los 17 kg que pesa cada uno. Hay algunos monovolúmenes en los que sólo con abatir los asientos es posible conseguir una superficie de carga enrasada con el maletero, como es el caso del Toyota Verso.
Si no hacen falta las tres plazas, se puede sacar la central y alejar las dos laterales de las puertas. Ganar ese espacio hace a esas dos plazas más seguras en caso de accidente lateral. Es, también, una solución interesante para llevar a niños en sillitas infantiles ya que las fijaciones Isofix sólo están colocadas en los dos asientos laterales. Hay que quitar una parte del respaldo para dejarlas al descubierto (imagen), lo que facilita mucho anclar la silla.
Tercera fila de asientos
En los asientos de la tercera fila pueden viajar con una cierta comodidad tres niños —que no necesiten llevar asiento infantil porque entonces es posible que no quepan sus sillas— y adultos de hasta 1,70 m de altura. Los asientos van muy cerca del suelo por lo que sus ocupantes tienen que colocarla las rodillas muy elevadas, una posición poco cómoda ya que la pierna no descansa casi sobre la banqueta.
Otra limitación es el acceso, que es malo por el hueco tan pequeño que queda. Así que, por este motivo, también es muy recomendable que los ocupantes de esta fila sean niños o adultos ágiles.
Cuando no se usa la tercera fila de asientos, éstos no suponen un gran estorbo porque se pueden plegar y se pierde poco maletero respecto a la variante de cinco plazas. Eso sí, con esta opción desaparecen los dos huecos que hay bajo el piso del maletero que vienen bien para guardar cosas (imagen). Cuando estos asientos suplementarios están plegados, los respaldos pasan a ser el suelo del maletero. Desplegarlos es una operación muy cómoda. Para que los ocupantes vayan correctamente sentados hay que poner los reposacabezas (que se guardan aparte).
Los ocupantes de esta fila disponen de dos posavasos y de un compartimento portaobjetos. No hay salidas de ventilación para ellos. La bandeja que cubre el maletero se puede colocar bien por detrás de la segunda fila o un hueco prevista para ella.
Maletero
Sea la versión de cinco o de siete plazas —con los dos adicionales abatidos—, el maletero tiene un volumen grande para lo que es habitual en otros monovolúmenes de su longitud (listado comparativo). Si se trata de la de cinco plazas, hay 695 litros (imagen). Si es la de siete y los asientos de la tercera fila están plegados, hay 600 litros, 95 menos.
Con las siete plazas, queda reducido a tan sólo 125 litros, insuficiente para el equipaje de siete personas en un viaje de varios días (imagen). En este caso habrá que recurrir a un baúl en el techo o un remolque.
El maletero tiene 104 centímetros de anchura mínima, 105 ó 120 centímetros de largo —en función de la posición de los asientos de la segunda fila— y 70 centímetros hasta la cortinilla que lo cubre. Es muy cómodo de cargar porque su boca de carga está a sólo 61 centímetros del suelo.
El portón es muy grande. El pulsador que lo abre queda algo bajo —no es el mismo sistema que en el Golf, en el que hay que empujar sobre el emblema de Volkswagen— y se ensucia mucho si llueve o la carretera está mojada. Para cerrarlo no hay que hacer mucha fuerza.