El salpicadero del BMW i5 (y el de toda la Serie 5) está inspirado en el del BMW i7. Como en la mayoría de sus modelos, BMW ha colocado dos pantallas curvas, una a continuación de la otra. La de la izquierda corresponde a la instrumentación y tiene una diagonal de 12,3 pulgadas; la de la derecha es del sistema multimedia y más grande, de 14,9 pulgadas.
La del cuadro de instrumentos permite elegir qué se visualiza en la zona central (algunos datos del ordenador de viaje, del sistema de navegación o del audio; imagen). También es posible cambiar el diseño del cuadro, aunque parece que la imaginación de los diseñadores ha prevalecido al criterio de los ingenieros. Demasiado recargado, demasiados colores y demasiados efectos. Incluso en alguna opción de visualización la información sólo ocupa el cuarto izquierdo del cuadro y el resto se destina a mostrar trazos, colores y figuras. Sería genial una opción que replicase el diseño tradicional de los cuadros de BMW, menos recargados y más sencillos de leer.
El sistema de proyección de información ayuda a ir el mayor tiempo posible sin desviar la vista. Como ocurre con el cuadro, también es posible configurar qué se ve (imagen).
El sistema multimedia está controlado por el sistema operativo 8.5. Según BMW, una de sus características frente al 8.0 (el que estrenó el BMW iX) es que «presenta una pantalla de inicio rediseñada con iconos de funciones dispuestos verticalmente en el lado del conductor», lo cual es incorrecto, van en la zona inferior (imagen de una pantalla con el 8.5 y otra con el 8.0). Este sistema operativo también ofrece «una gama más amplia de contenidos de información y entretenimiento, ciclos más rápidos de actualizaciones, así como la posibilidad de que los ocupantes puedan utilizar videojuegos (AirConsole) a coche parado».
El párrafo anterior lo publicamos con la información que dio BMW antes de subirnos en el i5 y utilizar el sistema multimedia. Tras hacerlo, mi opinión es que hay cosas que han mejorado respecto al 8.0, pero sigue siendo farragoso encontrar algunas funciones.
Esta generación 8.5 del sistema operativo de BMW presenta los datos de la siguiente forma: zona principal, recuadro superpuesto y barra inferior de iconos.
Comenzado por esta última, su concepto es similar a la barra de menú de Windows o de un Mac, con varios iconos que dan acceso directo al menú de audio, al navegador, a la climatización, a la pantalla principal, al teléfono y a Android Auto o Apple CarPlay si está el móvil conectado. También hay un acceso al menú de iconos, desde donde se accede a todo lo que se puede gestionar en el i5. Como hay muchos, es posible elegir entre ver los relacionados sólo con el coche o sólo con el sistema de infoentretenimiento. Los iconos aparecen por orden alfabético, aunque se pueden recolocar a voluntad. Será cosa de la edad, pero me parecía más sencillo de usar el sistema de menús de generaciones anteriores. En esa zona inferior de la pantalla también están los mandos para ajustar la temperatura del climatizador y las funciones de climatización de los asientos. BMW ha eliminado cualquier botón físico relacionado con la climatización (salvo los obligatorios de desempañado).
La superficie principal de la pantalla, que es la de mayor tamaño, se usa para mostrar un contenido (ideado para ver el mapa de navegación) y, sobre él, en el lado izquierdo y ocupando mucho menos espacio, se superpone un recuadro con otro contenido. Lo que se ve en uno y otro es seleccionable.
El reconocimiento de instrucciones por voz funciona bastante bien y es de ayuda para evitar distraerse con la pantalla, aunque tiene la desventaja de que es menos inmediato que acudir al menú correspondiente (si te lo sabes). Además hay una función que reconoce algunos gestos y que los convierte en acciones como modificar el volumen o cancelar una llamada. Bajo mi criterio es poco práctica por dos motivos: no ahorran tiempo (cuesta menos pulsar el botón de volumen del volante y además no hay que soltar la mano del mismo) y en ocasiones se activa solo (mueves la mano por otro motivo e interpreta que le estás dando una indicación).
El rival más claro del este i5 es el Mercedes-Benz EQE, junto con el Tesla Model S. Son prácticamente igual de amplios, aunque con una pequeña desventaja por parte del Tesla en la parte de atrás. La ventaja más significativa del BMW respecto al Mercedes-Benz es el maletero, que tiene 60 litros más (490 frente a 430), pero ambos quedan en ridículo frente a los 709 litros de los dos del Tesla (ficha comparativa). Debajo del piso hay espacio para guardar los cables de recarga; lo que no hay es un lugar de almacenamiento bajo el capó delantero como sí ocurre, por ejemplo, en el Model S.
Toda la información relativa al habitáculo —amplitud, terminaciones y otros detalles— está en la prueba del Serie 5, dado que no hay diferencias, excepto en el maletero, que en el i5 tiene 30 litros menos de capacidad (490 litros) porque es seis centímetros menos alto.