En la prueba del Ford Fiesta comentaba que al motor le faltaba fuerza, en el Fusion esto es más evidente porque —aunque las diferencias no son grandes— pesa más (48 kg), tiene más resistencia aerodinámica (un 8 por ciento más) y sus desarrollos son más largos que los del Fiesta.
En aceleración, el Fusion con este motor de 79 CV ha sido más lento que otros coches de potencia semejante, incluido el Daewoo Kalos. En carretera, el efecto de esa escasa capacidad de aceleración hace preciso exprimir el motor al máximo (acelerador a fondo y cambio al límite de régimen) en ocasiones en que con otros coches no sería tan necesario. Aunque el motor da la potencia máxima a 5.700 rpm, cuando se busca la máxima aceleración conviene llevarlo hasta 6.200.
Entre la poca fuerza del motor y la poca desmultiplicación que hace el cambio, la quinta velocidad es muy poco aprovechable en carretera, salvo en llano por carreteras despejadas. En quinta y con el coche vacío no puede subir un puerto que tenga una pendiente media de un 6 por ciento, aunque sea una carretera amplia y casi recta.
En el mismo tipo de recorrido, con el Fiesta gasté 8,6 l/100 km y con el Fusion, 8,7 (es decir, prácticamente lo mismo). En el recorrido rápido que hago por carretera de doble sentido, en cambio, el consumo ha sido mayor: 11,1 l/100 km el Fusion contra 9,8 del Fiesta, con una velocidad media real de 144 y 145 km/h, respectivamente.
Parte de la diferencia se debe a que, con el Fusion, en la primera parte del recorrido intenté hacer la media de 150 km/h que busco siempre (salvo en coches poco potentes). En la segunda parte del recorrido renuncié a mantener esa media, porque requería llevar el Fusion demasiado forzado. La media de 144 km/h sale de hacer 148 en un sentido y 140 en el otro.
El consumo máximo, en circulación rápida por carreteras con curvas, ha sido 12,7 l/100 km. Dado que el consumo del Fusion no es bajo en términos absolutos, el depósito de 45 l resulta escaso. La autonomía media raramente pasa de 500 km.
Otro inconveniente para viajar es que es un coche ruidoso. Hasta 120 km/h se oye ruido de rodadura sobre todo, especialmente en las plazas traseras. A partir de esa velocidad, se impone el ruido aerodinámico.