Del habitáculo de la anterior generación del Mercedes-Benz Clase A dijimos que daba una mejor impresión visual que táctil (impresiones del interior del Clase A 2016). Ahora, en el Clase A 2018, hay una mayor correspondencia entre ellas. Tiene un interior que transmite sensación de calidad porque está construido, en general, con materiales de calidad. Todas las unidades en que nos hemos montado llevaban mucho equipamiento opcional, que habitualmente ayuda a que la percepción de un vehículo sea favorable.
La cantidad de plástico negro brillante que hay en la consola central es elevada, aunque su ensamblaje es más sólido que antes y no cruje al presionarlo con el dedo (esto sucedía en el Clase A anterior y en otros modelos de Mercedes-Benz como el Clase C). Otros materiales de recubrimiento, como el cuero de los asientos, del salpicadero y de los paneles de la puertas, son agradables al tacto.
Hay zonas que, no obstante, sin estar mal, creemos que no llegan a la altura del resto, como los botones del climatizador, que tienen un tacto algo endeble (además aparentan ser de metal y son de plástico), los de los elevalunas, que parecen de un plástico más barato que el empleado en el resto de zonas y la portezuela del portavasos que hay en la consola central (imagen), que desliza con una aspereza impropia de un coche de este coste. Además, se sigue viendo chapa de la carrocería por el interior de los marcos de las puertas, cosa que no sucede en un BMW Serie 1 2019 (imagen) pero sí en un Audi A3 2020 (imagen).
Para el salpicadero y las puertas hay disponibles diferentes tipos de molduras decorativas, algunas de ellas hechas con madera de poro abierto. El diseño de las salidas de ventilación está inspirado en las turbinas de aviación (imagen). El sistema de iluminación ambiental avanzado (toda mediante tecnología LED) es opcional y permite elegir hasta 64 colores diferentes (en Algunos elementos de equipamiento damos más información de este y otros dispositivos).
Las pantallas de 10,25 pulgadas de la instrumentación y del sistema multimedia tienen unos gráficos de muy buena resolución y un procesador que los mueve con mucha fluidez. El brillo de la imagen es suficientemente alto para visualizar la información en días soleados, aunque esto no evita la aparición de reflejos (probablemente estos se eliminaría en gran medida con una visera que las protegiera de la luz solar).
En la configuración estándar, la instrumentación muestra un velocímetro virtual de aguja a la izquierda, una pantalla en el centro y un cuentarrevoluciones virtual y de aguja a la derecha (imagen). Sin embargo, la información que se muestra en cada una de estas tres áreas se puede cambiar. Así, es posible que en el lugar del velocímetro se vea el ordenador de viaje, que en el centro se vea la estación de radio seleccionada y que a la derecha, en vez del cuentarrevoluciones, se vea el mapa del navegador. En esta imagen y en esta otra se ven algunas de las posibilidades. Estos cambios se realizan manejando los tres botones superiores del radio izquierdo del volante, de los cuales el del centro es, además, una pequeña superficie táctil (imagen). Esta superficie táctil la estrenó el Clase E en 2016.
Siguiendo una idea similar a la de la instrumentación, la información que muestra el head-up display también está dividida en tres áreas, cada una de las cuales se puede configurar para mostrar distintos datos. La imagen que se proyecta en el parabrisas es nítida y se puede regular en brillo y en posición. La información que muestra nos llega a parecer excesiva y hace que sea más dificil atender la información principal, que es básicamente la velocidad. Un ejemplo de información que consideramos innecesaria es el icono del programador de velocidad, que se muestra constantemente, no solo cuando está activado sino también cuando no lo está.
Hay cuatro vías principales para interactuar con el sistema multimedia, denominado MBUX. La primera es con los botones que hay en el brazo derecho del volante (imagen). La segunda es utilizando la propia pantalla, ya que esta es táctil (es el primer Mercedes-Benz con pantalla táctil). La tercera es con el panel táctil que hay entre los asientos (imagen), el cual sustituye a la ruleta que Mercedes-Benz ha usado en sus modelos durante los últimos años (imagen de esta ruleta en un Clase A de la anterior generación). La última vía es mediante el sistema de órdenes vocales.
El manejo del sistema multimedia es sencillo una vez se supera un periodo de aprendizaje, el cual, si bien no es grande porque los menús están bien organizados y es fácil moverse por las distintas opciones que muestra cada uno, sí exige un pequeño estudio para utilizarlo sin perder mucha concentración en la conducción. La superficie táctil que hay entre los asientos está mejor resuelta que la que emplea Lexus en sus modelos porque es más precisa a la hora de interpretar los movimientos que se hacen con el dedo. De todos modos, preferimos una ruleta porque creemos que permite moverse por los menús con mayor certeza, en especial cuando el vehículo está en marcha y hay baches en la calzada.
El sistema de reconocimiento de órdenes vocales es uno de los más avanzados que actualmente hay disponibles en el mercado y es novedad en Mercedes-Benz. Se activa pulsando un botón del volante o pronunciando en alto "Hola Mercedes". Es capaz de interpretar frases expresadas de forma natural, como "llama a mi madre" o "llévame a la Calle Jorge Juan 4 de Madrid". Según Mercedes-Benz, con el uso continuado, este sistema se va adaptando a los usos y expresiones del propietario. Nos ha parecido lo suficientemente preciso como para emplearlo con frecuencia.
El navegador se puede pedir con una opción llamada «realidad aumentada». Con ella, cada vez que nos acercamos a un cruce, una rotonda o circulamos por las calles de una ciudad, en la pantalla central se muestra la imagen que capta la cámara frontal y sobre ella aparecen sobreimpresas unas flechas que indican qué calle hay que coger o qué salida de la rotonda debemos tomar. También indica los números de las casas cuando circulamos por una calle. Nos parece una opción interesante y práctica porque ayuda a disminuir las dudas sobre hacia dónde hay que girar.
El navegador convencional no nos ha convencido. A menudo la posición no la marca con inmediatez, llegando a producir confusiones en rotondas y cruces. Tampoco la interfaz, que muestra la información de guiado con dos esquemas (el mapa en visión cenital o 3D a la izquierda y una ampliación de los detalles a la derecha) resulta intuitiva.
Hay tres tipos de asientos delanteros: los que vienen de serie y, en opción, los multicontorno (imagen) y los deportivos (imagen). Los multicontorno ofrecen mayores posibilidades de ajuste y tienen cámaras de aire que pueden inflarse y desinflarse para dar masajes en la espalada. Los asientos deportivos son fácilmente distinguibles del resto porque en ellos el reposacabezas y el respaldo forman una única pieza. Nosotros sólo hemos probado los deportivos y nos han parecido correctos por confort de mullido y sujeción, si bien a algunas personas les pueden parecer duros.
Las regulaciones para los asientos pueden ser manuales o eléctricas. En este último caso es posible guardar hasta tres posiciones diferentes de asiento pulsando los correspondientes botones de memoria de las puerta (imagen). Mercedes-Benz también ofrece la posibilidad de pedir calefacción y ventilación.
Aunque la realidad sea otra, la sensación de amplitud interior no es grande porque la superficie acristalada es relativamente pequeña. Esta es una sensación que también teníamos en el anterior Clase A y que se agrava cuando se pide una tapicería oscura. No obstante, Mercedes-Benz dice haber aumentado la visibilidad desde el puesto del conductor en un 10 %. Nosotros no podemos afinar tanto esta apreciación, pero aun con esa mejora, en un Audi A3 Sportback y en un Volkswagen Golf se tiene más campo de visión del exterior.
El acceso a la fila posterior de asientos ha mejorado porque la puerta deja un espacio ligeramente más grande. En esta fila hay, según nuestras mediciones, la misma cantidad de espacio para las piernas que en la anterior generación del Clase A, 3 cm más de anchura entre puertas y 2 cm más de altura libre al techo. Pablo David González, que mide 1,85 metros de estatura, ha probado a sentarse detrás del asiento del conductor colocado en su posición (que suele ser más cerca que lejos del volante) y le ha parecido que el espacio disponible es bueno para viajar con confort, tanto por el hueco que hay para las piernas, como por distancia hasta el techo (todas las unidades que hemos probado tenían techo solar). La anchura, a pesar de ser mayor, no da para que tres adultos de corpulencia normal puedan convivir sin molestarse entre ellos.
Detrás hay menos espacio para las piernas que en un Serie 1, un Civic o un Focus. Y más que en un Golf. El A3 2020 no lo hemos medido aún. A estas plazas se acecede mejor que a las del BMW, donde el diseño de la puerta deja un hueco que obliga a doblar mucho el tronco y el cuello. Tabla comparativa de mediciones del interior.
El volumen del maletero es de 370 litros y, según Mercedes-Benz, este no varía en función del tipo de suspensión trasera o del sistema de tracción. En comparación con sus alternativas, tiene diez litros menos que un Audi A3 Sportback, un SEAT León 5p 2020 y un Volkswagen Golf 5p (todos con 380 l), y diez litros más que un BMW Serie 1 5p y que un MINI Clubman (ambos con 360 l) —listado de alternativas ordenadas por volumen del maletero—. La boca de carga tiene 20 centímetros más de anchura (según Mercedes-Benz, esa distancia no la hemos medido en el modelo previo y no tenemos referencia). El piso del maletero se puede levantar y extraer. Bajo él hay un espacio ocupado por herramientas que no puede ser aprovechado para guardar objetos (imagen).
El respaldo de la fila posterior de asientos está dividido en tres partes, en una proporción 40:20:40 (imagen). En otros países, como en Alemania, esta división es una opción alternativa a la que viene de serie, en proporción 60:40. Los respaldos abatidos forman una superficie continua con el piso del maletero y, aunque por poco, no completamente horizontal (imagen). Si se desplaza el asiento del acompañante lo más adelante posible, hay alrededor de 170 cm entre el respaldo de dicho asiento y el punto del maletero más alejado (medido en perpendicular al respaldo). Hay disponible un paquete opcional que permite colocar los respaldos traseros en una posición más erguida, con el objetivo de incrementar ligeramente el espacio de carga.