Mercedes-Benz C 220 CDI (2004) | Modificaciones acertadas en la caja de cambios automática
La caja de cambios que tenía la unidad que hemos probado del C 220 CDI era la opcional, automática de cinco velocidades (2.340 €), con la opción de mandos en el volante (otros 282 €). Es una caja con engranajes planetarios y convertidor hidráulico de par (clasificación de cajas de cambios).
La caja de cambios de serie es una manual de seis velocidades que, después de los cambios en las versiones 2004 del Clase C, funciona muy bien (especialmente si se añade el «kit deportivo» opcional).
La principal diferencia entre esta caja y las del mismo tipo que tenía anteriormente Mercedes-Benz, es que en este caso el mando secuencial (en la palanca o en el volante) sirve para seleccionar marchas, no para eliminarlas.
Es decir, anteriormente, en la posición «3» se impedía que el cambio engranase la cuarta y la quinta, pero podía engranar cualquiera de las tres primeras (en función de la carga y el régimen del motor, principalmente). En lugar de un manejo manual del cambio, es más bien una intervención en el funcionamiento automático.
Ahora, al seleccionar la posición «3», lo que ocurre es que entra la tercera velocidad, siempre que el coche vaya a una velocidad donde sea posible. Siempre que el conductor no pise el interruptor que está al final del recorrido del acelerador («kick-down») y que el motor no llegue a su límite de régimen, el coche se mantiene en la marcha seleccionada. Esto es más parecido a un manejo manual.
Cada sistema tiene ventajas e inconvenientes. La principal ventaja del sistema anterior es que se podían eliminar marchas para evitar cambios innecesarios; por ejemplo, en ciertas condiciones de circulación por ciudad o en algunas carreteras lentas, puede ser útil eliminar una o dos marchas largas.
Con el sistema actual no es posible que el cambio funcione automáticamente con menos marchas. Su principal ventaja es que permite utilizar los mandos secuenciales, bien para reducir o bien para forzar al coche a ir en una marcha larga.
Lo primero sirve para entrar en una curva en una marcha corta o para tenerla seleccionada antes de empezar un adelantamiento, por ejemplo. Lo segundo tiene menos utilidad práctica, porque hay una posición del cambio automático («C», de Confort) que ya tiende a seleccionar la marcha más larga. Gracias a esta función es posible que hagamos mediciones de recuperación.
El cambio de una marcha a otra es suave casi siempre. Es un cambio normalmente rápido en la transición de una marcha a otra, sea al aumentar o al reducir. Por el contrario, puede ser lento en la selección de las marchas, cuando se hace manualmente.
El efecto más negativo de este retraso es que, si se reduce a segunda antes de una curva, la retención que provoca la reducción puede llegar tarde y en un momento inapropiado. Si eso ocurre, hay un movimiento de la carrocería, incómodo pero que tampoco causa una desviación de la trayectoria. Al reducir a tercera esto no ocurre porque la retención es menor y porque el cambio suele ser más rápido.
Los mandos del volante están detrás y unidos a él. Son dos botones, cada uno con dos movimientos: si se pulsa la parte exterior de cualquiera aumentan marchas y, si se pulsa la interior, reducen. A algún compañero no le han gustado estos botones, entre otras cosas porque hay que soltar la mano del volante para pulsarlos. No obstante, creo que con un poco de práctica resultan más accesibles que la palanca.
El la posición normal del cambio («S», de «Standard») la selección es adecuada a distintos tipos de conducción. Tiene margen suficiente para escoger marchas largas con cambios suaves si la conducción lo favorece, o para hacer cambios más rápidos y mantener el motor alto de vueltas. No obstante, no cabe esperar que tenga reacciones «deportivas», como hacer reducciones bruscas durante una frenada fuerte.
Aunque el cambio esté en cualquiera de los dos programas automáticos («S» o «C») y no en el manual («M»), se puede seleccionar una marcha con cualquiera de los mandos secuenciales. Un tiempo después de esa selección, el cambio vuelve al programa automático en el que estaba. Debido a que existe esta función, el modo manual me parece superfluo en la mayoría de los casos.