La carrocería del Clase C destaca por su calidad y falla por su espacio. Lo que hemos comentado en anteriores pruebas sigue siendo válido en su mayor parte.
Comparado con otras berlinas similares, el Clase C tiene un interior más bien estrecho, una altura suficiente y poco espacio para las piernas en las plazas traseras.
Por el contrario, de los modelos comparables que hemos medido en km77.com el C 180 K es el que ofrece más espacio para las piernas en las plazas delanteras (114 cm). Ahora ofrece un puesto de conducción muy amplio para personas de talla alta y en cualquier caso me parece muy cómodo.
El volante se regula en altura y profundidad con un extenso margen de ajuste, lo que permite dejarlo en la posición más adecuada. Tiene integrados unos mandos multifunción con los cuales se pueden seleccionar muy fácilmente las diferentes funciones del equipo de audio, el navegador, el cargador de CD’s, el teléfono o el ordenador de viaje, por ejemplo.
El asiento del conductor lleva de serie regulación eléctrica de la altura e inclinación de la banqueta, tiene un acertado mullido y ofrece una correcta sujeción lateral. Desde ahí, la visibilidad es buena y todos los mandos se encuentran al alcance de la mano. La unidad que he probado tenía la opción de doble xenón, que dan una iluminación potente, y tenía unos faros antiniebla de escasa eficacia (apenas se notaba entre llevarlos encendidos o no).
Tiene un buen maletero (455 litros), con bastante profundidad (101 cm) y una altura normal (46 cm), aunque su anchura (90/105/141 cm) está condicionada por las columnas laterales de la suspensión trasera. No es de los mejores, pero destaca sobre buena parte de las berlinas de su tamaño.
Podría ser mayor si la tapa tuviera un moderno sistema de bisagras de tipo pantógrafo, que no ocupan espacio al cerrarla. La tapa lleva unos muelles que la abren automáticamente en cuando pulsamos el correspondiente botón del mando a distancia (muy cómodo cuando llegamos cargados). Bajo el piso se encuentra una rueda de repuesto de buen tamaño con llanta de chapa.
Opcionalmente puede llevar asientos traseros abatibles en partes desiguales (1/3 – 2/3). Se abaten la banqueta y el respaldo (sin necesidad de quitar los reposacabezas) para dejar un fondo de carga prácticamente plano y con una longitud aprovechable de 168 cm.
Reproduzco también las impresiones que me han dado los cambios en la carrocería con relación a Clase C 2003.
El cambio de la instrumentación me parece muy positivo en todo caso. Lo es para los conductores que usan el cuentavueltas, y también para quienes no aprecian el cuentavueltas pero sí las informaciones de la pantalla central. Creo que el termómetro de agua que antes no tenía es un instrumento muy necesario para cuidar al coche.
Además, por la forma en que se va desplazando la aguja, éste parece indicar realmente la temperatura, no como los que tienen posiciones fijas para márgenes de temperatura más o menos amplios.