Las concesiones al confort son pequeñas en este coche. Básicamente se centran en un equipamiento de serie algo mayor pero que no llega al nivel de cualquier berlina de su tamaño. La variante «RS2» del Evo VI Tommi Makinen se presenta con una terminación algo más cuidada, utilizando tejido Alcantara en los revestimientos de las puertas y en la parte lateral de los asientos, aunque sigue teniendo unos plásticos poco acordes con un coche que cuesta casi «8 kilos». Por el contrario, el ajuste es correcto y no he apreciado ruidos a pesar de haber rodado por muchas carreteras bacheadas.
A pesar de que sólo el volante se regula en altura, es fácil encontrar una postura de conducción apropiada. El volante Momo forrado en cuero, los asientos bacquet de excelente sujeción lateral y con la banqueta extensible, la instrumentación con relojes en rojo o las costuras del volante y el pomo del cambio también en rojo aportan el ambiente deportivo que se pretende en el «Evo». Lo que sí merece un coche como éste es una instrumentación más completa y se echan en falta unos relojes de presión de soplado del turbo y presión de aceite (opcionalmente se pueden equipar). El detalle exclusivo lo ponen los anagramas «T. Makinen Edition» bordados en el respaldo de los asientos delanteros y la sensación de ir pilotando un F-18 cada vez que miramos por el retrovisor y vemos en primer plano su doble alerón trasero. Eso sí, abstenerse en conducción nocturna, porque más que faros parece que lleva dos «farolillas» de escasa potencia y amplitud de campo.
El otro aspecto nada común en un deportivo tan radical como el «Evo» es su habitabilidad y la funcionalidad que aporta su carrocería de cuatro puertas. Detrás hay espacio para acomodar sin problemas a dos adultos o tres niños y los asientos traseros tienen cinturones de seguridad de tres puntos para los tres posibles ocupantes, aunque los reposacabezas son casi inexistentes. También el maletero es práctico gracias a sus 420 litros de capacidad, aunque los revestimientos interiores son muy cutres (ya se sabe, para ahorrar peso) y la rueda de repuesto es de las estrechas, de emergencia.
Si comparamos el «Evo» con otras berlinas medias de su tamaño, su interior no es especialmente grande, pero si lo comparamos con cualquier deportivo de su nivel, el interior es inmenso.