La sensación de calidad en el interior del Astra es elevada. Hay algún detalle mal resuelto, como la tapa del cenicero, realizada de un material endeble y mal ubicada ya que cuando se abre tropieza con las ruedecillas con las que se regula el climatizador. Paro salvo ese detalle, el ajuste general es bueno y los materiales tienen buen aspecto.
Como siempre me sucede con los Opel, los asientos me parecieron excelentes. Dureza adecuada, buena sujeción y enclaves muy seguidos (la posición ideal nunca está entre dos enclaves posibles) facilitan la comodidad del viaje. Además, el asiento bascula entero sobre el eje posterior de la banqueta para ajustar cómodamente la inclinación de banqueta y respaldo. Lo único mejorable son los tiradores para bloquear y desbloquear las posiciones, algunos de los cuales son una simple varilla de hierro desnuda. Es habitual pero, por su aspecto, en el Astra me sorprendió encontrar un hierro desnudo para mover el asiento.
El volante y el asiento tienen varios ajustes y no hay dificultad en encontrar una buena postura con respecto a los pedales y al volante. A mí me gustaría, como casi siempre, que el asiento pudiera situarse un poco más bajo, pero no es posible y seguramente no resultaría cómodo, ya que al mover la palanca de cambios, en las versiones manuales, el codo chocaría con el respaldo del asiento. Para poder conducir con el asiento más bajo, la palanca tendría que estar situada más adelantada. Aun así, con la postura actual, al introducir segunda o cuarta el codo puede chocar con el respaldo.
El espacio interior del Astra no es destacable ni por amplitud ni por estrechez. La mayoría de medidas se sitúan en un punto medio entre los coches de su categoría. En algunas informaciones que facilita la marca, aparece que el volumen del maletero es de 380 litros, pero en España, donde todas las unidades se venderán con rueda de repuesto de tamaño normal, el volumen del maletero será siempre de 350 litros.
Los lugares para dejar objetos menudos no son abundantes. Al igual que en muchos otros coches, y por motivos de seguridad en caso de accidente, no se ha dispuesto ninguna cajita en el salpicadero, a la altura de las rodillas y a la izquierda del volante. Es un lugar cómodo, pero esa zona dura puede provocar lesiones en las rodillas en caso de impacto. El lugar más adecuado para depositar objetos es el reposabrazos central que, en su posición de reposabrazos, me resulta molesto para conducir. Afortunadamente, se puede plegar.
En la instrumentación no hay indicador de la temperatura del motor. Los intermitentes son de tipo secuencial, como en el Vectra.