Según nuestras mediciones, el espacio para las piernas en un Grand Scénic es 5 cm menor que en un Scénic normal. En ambos, los asientos que hay detrás de la primera fila tienen un recorrido longitudinal de 12 cm; en el Grand Scénic los dos extremos de ese recorrido están 5 cm más avanzados que en el Scénic.
Por tanto, el espacio para las piernas de que se puede disponer en el Grand Scénic es corto en términos absolutos, y muy corto si lo comparamos con el de monovolúmenes de menor longitud.
La unidad que hemos medido llevaba el techo eléctrico panorámico, que resta en torno a tres centímetros de altura al techo. Con él, la altura en las plazas traseras es algo justa, sobre todo en los dos asientos laterales.
Para accdeder a la tercera fila de asientos, los laterales de la segunda fila se tienen que abatir. El espacio que dejan es suficiente.
La tercera fila de asientos cuenta con dos sillones individuales que van plegados en el piso del maletero. Con total facilidad y sin necesidad de un gran esfuerzo, se despliegan o se vuelven a esconder, simplemente tirando de un tirador específico. Sólo son convenientes para niños o personas de poca talla, puesto que la escasa altura al techo y espacio para las piernas complican la posibilidad de acomodar una persona que mida más de 1,65 m.
Lo que da el Grand Scénic es un maletero muy grande, 120 l mayor que el del Scénic y con 550 l en total, si la tercera fila de asientos está plegada. Si desplazamos hacia delante los asientos de la segunda fila, el volumen aumenta hasta 605 litros. Con los siete asientos desplegados, la capacidad del maletero se reduce hasta 200 litros, pero con los asientos traseros plegados se dispone de 1.920 litros en total.
El volumen máximo de carga alcanza los 2.240 litros si se retiran del habitáculo los tres asientos traseros extraíbles. Abatiendo el respaldo del asiento delantero derecho, podemos transportar en el interior objetos de hasta 2,75 m de longitud y la luneta trasera practicable incrementa las posibilidades de acceso al maletero.
Los numerosos compartimentos y guanteras repartidos por el salpicadero, las puertas, las consolas centrales, los laterales del maletero o bajo el piso, suman un volumen total de 104 litros, 13 litros más que en el Scénic.
El habitáculo del Grand Scénic sólo varía respecto al Scénic en habitabilidad y número de asientos. Por lo tanto, en las plazas delanteras se mantiene todo igual y el volante algo tumbado condiciona claramente el puesto de conducción, que aunque es muy distinto al del Mégane resulta suficientemente cómodo en líneas generales.
La instrumentación digital situada en la parte central del salpicadero se lee suficientemente bien, pero requiere cierto período de adaptación. Los distintos mandos se encuentran a mano del conductor y algunos de ellos tienen un accionamiento muy cómodo, como los de control del equipo de audio situados junto al volante.
Tan sólo me ha parecido mejorable la colocación de los mandos de manejo del navegador, situados junto a la instrumentación, claramente lejos del alcance del conductor o su acompañante. El nivel de acabado parece de buena calidad en cuanto a materiales utilizados y ajuste de los mismos.