Hay varios aspectos que hacen del Passat Variant un familiar recomendable, como un acabado mejor que la media o un maletero amplio (aunque no de los más grandes). También ofrece una buena estabilidad y, opcionalmente, un cambio automático de funcionamiento casi perfecto.
Hay cuatro versiones según su equipamiento: «Trendline», «Advance», «Sportline» y «Highline». Todas, excepto la primera, pueden llevar opcionalmente el cambio DSG, que tiene un sobreprecio de 2.040 € en «Advance», «Sportline» y 1.230 € en el «Highline».
Está disponible desde 27.170 €. Por precio, hay opciones más asequibles como el Citroën C5 Break, el Ford Mondeo Wagon, el Renault Laguna Grand Tour, los Opel Vectra y Signum o el Fiat Croma (prueba). Un Audi A4 Avant, un Jaguar X-Type Wagon o un Saab 9-3 Sport Hatch son más caros (tabla comparativa de precio y equipamiento).
El habitáculo tiene el mismo espacio para los ocupantes que la berlina, salvo la altura en las plazas traseras que es algo mayor y permite acomodar a personas más altas. Donde sí hay mejora es en la capacidad de carga, 118 l mayor en el familiar (si lleva kit de reparación de pinchazos).
Los acabados y materiales empleados son buenos. Un Audi A4 tiene unos materiales algo mejores pero la diferencia en los ajustes es inapreciable. De igual manera, Volkswagen emplea en el Passat materiales más ricos que Škoda en el Octavia (más información), pero no me parece que haya una gran diferencia en cómo están terminados.
Tiene un motor Diesel de 140 CV que ya hemos probado en la berlina y otros modelos del grupo Volkswagen. Como en esas ocasiones, es un motor cuya principal virtud es que logra un bajo consumo con buenas prestaciones (tabla comparativa de prestaciones y consumo). Lo peor de él, en comparación con otros turbodiésel modernos de similar potencia, es que no tiene un funcionamiento refinado.
Nosotros hemos probado la versión con el equipamiento «Sportline», que lleva una suspensión más firme y que rebaja la altura de la coche. Con ella, el Passat Variant me parece una muy buena opción por el equilibrio que ofrece entre una suspensión que limita en gran medida los movimientos de la carrocería y que resulta, casi siempre, cómoda.
El equipamiento de serie relacionado con la seguridad es abundante. Lleva airbags frontales, laterales delanteros y de cabeza (tipo cortina); opcionalmente también puede llevar laterales traseros (310 €). Trae controles de tracción y estabilidad y se puede añadir por 200 € un sensor de presión de los neumáticos.
También son de serie algunos elementos de equipamiento modernos, como el freno de estacionamiento eléctrico o el arranque sin llave. Otros, igualmente interesantes, son opcionales, como los faros de xenón con iluminación en curva y cruces o una toma de corriente de 230 V.