El acabado del Passat es mejor que la media, pero no mejor que el del anterior Passat; en parte por esto y en parte por cómo han cambiado los modelos de la competencia, la diferencia de calidad aparente entre un Passat y otros modelos es menor de la que había hace una o dos generaciones de coche.
Los materiales de recubrimiento interior en las versiones «Sportline» y «Highline» es lo que más lo distingue de otros modelos (por ejemplo, de un Škoda Octavia, que mecánicamente es similar al Passat). Entre los acabados posibles hay uno con aspecto de madera, que tiene elementos de este material hasta en la instrumentación. Hay también uno con elementos de aluminio y la consola (el de la imagen de abajo), que no me parece recomendable porque en muchas ocasiones hace reflejos dentro del coche, que pueden llegar a deslumbrar.
El ajuste es bueno en general, con algunos mandos que no tienen un tacto preciso; por ejemplo los de la ventilación, comunes con muchos modelos de Volkswagen.
El que hemos probado con DSG tiene un marco de plástico cromado alrededor de la palanca del cambio. Queda elegante pero no es nada práctico: resulta sucio (quedan marcados los dedos si lo tocamos), su fijación no es buena (en nuestra unidad hacía ruido) y cuando refleja el sol sobre él llega a deslumbrar.
El motor se arranca metiendo el mando a distancia en una ranura, y presionándolo durante todo el proceso de arranque (imagen). Es decir, es menos cómodo que los sistemas similares en los que sólo hay que hacer una pulsación para que el motor se ponga en marcha. Además, el mando es muy voluminoso.
La unidad que hemos probado tenia faros de xenón para cortas y largas con iluminación en curva (1.190 €). Su funcionamiento me ha parecido excelente. De día con las luces apagadas, da las ráfagas con la lámpara de xenón y no con una halógena auxiliar como es habitual.
También tiene luces para iluminar los cruces: una bombilla adicional alumbra en dirección casi perpendicular al eje longitudinal del coche cuando se gira la dirección o se activa la intermitencia, a baja velocidad; además de cumplir su función principal (iluminar el lateral en los cruces), también resulta muy cómodo cuando se maniobra en zonas oscuras o en rotondas de pequeño diámetro.
Puede llevar un dispositivo de ayuda al aparcamiento delantero y trasero (490 €), que advierte con una señal sonora a medida que nos acercamos a un obstáculo. En otros coches hay una distinción muy clara, por el tono y altavoz del que sale el sonido, de donde está el obstáculo; en el Passat no me ha parecido que sea así. A pesar de ello me parece un dispositivo recomendable, por la comodidad y seguridad que aporta.
He echado en falta un sistema de plegado eléctrico de los retrovisores; este dispositivo es opcional y cuesta 255 € (incluye una toma de 230 V).