Volkswagen Passat Variant 2.0 TDI 140 CV DSG (2006) | Muy estable y cómodo en casi toda circunstancia
Las versiones «Sportline» y «Highline» tienen una suspensión más firme que el resto de la gama y que deja la carrocería 15 mm más baja. Con esta suspensión, el Passat Variant es en general un coche cómodo aunque en ciertas ocasiones, como son zonas con el asfalto rizado, la suspensión no es capaz de absorber esas irregularidades sin trasmitirlas al interior. Comparándolo con el Passat con carrocería de cuatro puertas, el familiar resulta menos sensible a la deceleraciones fuertes cuando está apoyado en curva y tiene el movimiento de cabeceo más contenido.
En carreteras rápidas es un coche estable y es difícil que llegue a perder la trayectoria. Esto sólo ocurre si se comete un error o si, cuando está fuertemente apoyado en una curva larga y rápida, pisa alguna irregularidad importante en el suelo. No tengo claro si ésto se debe a la suspensión o más a los neumáticos opcionales de bajo perfil (Pirelli P ZERO ROSSO 235/45 R17 97W ); en el Audi A4 2.0 TDI que probamos, y que tenía esta misma medida de neumáticos, también sucedía lo mismo (de forma más acusada). Para viajar mayoritariamente por este tipo de carreteras, un Fiat Croma (prueba) o un Toyota Avensis Wagon son más cómodos.
En carreteras lentas también es un coche muy estable. No me parece que se pueda ir apreciablemente más rápido con el Passat que con un Jaguar X-Type Wagon 2.2d (prueba), a pesar de que la carrocería del Jaguar cabecea más, pero sí más que con un Renault Laguna.
El control de estabilidad funciona correctamente. Puede reconocer y corregir una desestabilización producida por el remolque, si lo lleva; también tiene la función de aproximar las pastillas para secar los discos cuando están mojados.
La dirección tiene asistencia electrohidráulica. Hay pocas direcciones de este tipo que ofrezcan un buen tacto y resulten precisas como ésta.