El A4 2.0 que hemos probado en km77.com tiene cambio automático, con el sistema de variador continuo Multitronic. Tiene un modo de funcionamiento completamente automático, donde varía las relaciones de cambio continuamente entre dos límites. En modo manual (que se usa mediante la palanca o mediante botones en el volante) hay seis relaciones fijas. (Pincha aquí para ver un artículo sobre cajas de cambio).
Este cambio es lo más destacable del coche. Funciona muy bien en modalidad automática. Tanto, que un conductor como yo, al que le gusta jugar con el cambio por carreteras viradas, no echa de menos un cambio manual. Si aceleras a fondo reduce de forma prácticamente instantánea (no necesita desembragar el motor para reducir) y lo hace más o menos en función de cuánto se acelere. De tal forma que el conductor ordena a través del pedal del acelerador y el conjunto motor-cambio responde disciplinadamente. Una delicia. La única pega de este cambio es que si se acelera a fondo emite un sonido agudo desagradable, pero es el motor lo que suena por ir muy alto de vueltas, no el cambio.
El desarrollo máximo del variador coincide con el de la sexta marcha (que es larga). Pero es curioso que en la bajada de una autopista por ejemplo, en plena recta, no alargue todavía más el desarrollo para conseguir un consumo y una sonoridad inferiores.
En posición manual el cambio también funciona satisfactoriamente, pero va tan bien en modalidad automática que no tiene mucho sentido tener que ocuparse de él.
A la versión de dos litros de 130 CV le va muy bien este cambio automático, ya que no se trata de un motor con una respuesta brillante, por lo que es muy recomendable que el cambio se encargue el solo de adaptar el régimen de giro más adecuado en cada momento. El grupo VW ha desarrollado este motor para sustituir al anterior motor de 1,8 litros y 125 CV, al que le faltaba fuerza. El nuevo motor de 2,0 litros va mejor pero sigue sin ser rápido. El A4 con 130 CV es más lento en adelantamiento que un Ford Mondeo con 125 o un Volvo S60 con 140.
Hemos medido la aceleración de las dos formas posibles: en automático o en secuencial. De la primera forma el motor se pone a 5.900 rpm y se queda a ese régimen (un poco superior al de potencia máxima) mientras el desarrollo se va alargando. Con este sistema, conviene anticipar la aceleración porque tarda un poco en llegar a ese régimen. Si se conecta el modo secuencial y se pisa a fondo el acelerador, el motor llega a 6.400 rpm antes de cambiar a una marcha más larga (lo hace automáticamente, no hace falta estar pendiente del régimen del motor). Ha sido más rápido con el primer sistema, aunque por poco.