Casi se podría decir que la faceta deportiva de este modelo se extiende al acabado y al equipamiento. En los coches de carreras sobra cualquier elemento que no sirva para ir más rápido; todo lo que añade peso, si no es a cambio de mayor eficacia, se elimina (por ejemplo, los elevalunas eléctricos). En el 320d de BMW también se han eliminado del equipo de serie los de las puertas traseras (aunque no para que vaya más rápido).
Otros detalles infrecuentes en un coche de este precio son un asiento trasero posterior no abatible; y un sistema de iluminación interior impropio de un coche de esta categoría, sin lector de mapas y sin luz independiente en las plazas posteriores. Pagando el correspondiente sobreprecio, también se puede mejorar la iluminación interior (es curioso que en el manual de instrucciones del coche no aparezca ni mencionada esta versión básica de iluminación). También choca que la alarma y el ordenador de viaje sean opcionales.
A mí me parece preferible que estos elementos no vayan incluidos en el equipo de serie. De esa forma, no se obliga a pagar por ellos a quien no los quiera. No se trata de un coche barato, pero podría serlo menos si montara de serie un asiento posterior abatible para alguien que no lo vaya a utilizar nunca.
Lo que hay que plantearse es si este coche resulta caro o barato en conjunto y a mí me parece difícil de juzgar. Su rival más parecido en precio es el Volvo S60D5, que tiene 13 caballos más de potencia, el interior está mejor equipado, pero no lleva sistema de control de estabilidad de serie. Así las cosas, el precio entre ambos resulta parecido. Otros modelos equivalentes son el A6 TDi V6 de 155 caballos, que resulta 2.850 € más caro y el Mercedes C 220 CDi Berlina, cuyo precio supera al del 320d en más de 3.000 €.
Otra cuestión diferente es el aspecto sobrio del interior. Los materiales utilizados son de buena calidad, bien acolchados y de tacto agradable. El ajuste, impecable. Sin embargo, la sobriedad del conjunto, de tonos muy oscuros, no agrada a todo el mundo. A mí esa sobriedad me parece conveniente para que el conductor se distraiga lo menos posible al conducir. Pocas luces, poco brillos, pocos botones y de buen tamaño.
Peor que el aspecto resulta la habitabilidad. Los asientos de las plazas posteriores no disponen de mucho espacio para las piernas. Para que las personas más altas vayan con comodidad, conviene que los pasajeros de las plazas delanteras eleven la banqueta de sus asientos, de tal forma que los pasajeros de los asientos traseros puedan meter los pies por debajo y ganar unos centímetros muy útiles para viajar más cómodo.
La rueda de repuesto es del tipo galleta, pero a diferencia del Compact, en el 320d en el alojamiento de la rueda cabe una de tamaño normal, por lo que en el caso de pinchazo no hay ningún problema para encontrar hueco para la rueda pinchada.