El Almera ha estrenado un nuevo motor 2.2 Di 16V que se fabrica en Cuatro Vientos (Madrid). Con 2.148 centímetros cúbicos de cilindrada, culata de cuatro válvulas por cilindro, inyección directa y turbocompresor (pero sin intercooler), este motor llega a una potencia máxima de 110 CV a 4.000 revoluciones por minuto y a un valor de par de 230 Nm a 2.000 vueltas.
En algunos aspectos nos ha gustado y en otros nos ha decepcionado. Nos ha decepcionado el ruido; en frío tiene «claqueteo de furgoneta» al ralentí, aunque luego —en caliente— este ruido se reduce notablemente. En carretera —a velocidad constante— se escuchan más ciertos ruidos aerodinámicos que el motor, aunque al acelerar se vuelve a imponer el ruido del motor.
No tiene una respuesta buena por debajo de 2.000 rpm, lo que se nota más a causa de un peso elevado (más de 1.300 kg) y unos desarrollos de transmisión extremadamente largos (51,2 km/h a 1.000 rpm en 5ª). Por ejemplo, cuando circulamos en 5ª marcha entre 80 y 100 km/h, el motor gira entre 1.500 y 1.900 revoluciones por minuto. A la hora de acelerar, la respuesta es tan lenta que nos invita a reducir una o dos marchas. En recuperación de 80 a 120 km/h en 5ª tarda nada menos que 18,6 segundos, casi un 60 por ciento más que un Seat León TDi 110 CV (11,9 segundos).
En ciudad pasa lo mismo. Por debajo de 2.000 rpm, la falta de respuesta nos pide alguna marcha más corta y ralentiza mucho cada arrancada. A partir de unas 2.000 rpm , si se acelera a fondo, la respuesta es suficientemente enérgica. Si hay cambios frecuentes de velocidad por cualquier causa, es difícil rodar con el Almera a un ritmo tan relajado y agradable como en modelos de motor TDi o HDi.
En el lado positivo está el fuerte empuje del motor entre 2.000 y 4.500 rpm, capaz de tirar de unos desarrollos muy largos; esto favorece el consumo. Su capacidad de aceleración y su velocidad máxima sí son tan buenas como cabe esperar de un Diesel de 110 CV; aunque no es el más rápido del mercado, hay muy pocos que lo superen. En un uso mixto, por carretera y ciudad a un ritmo ágil, el consumo medio ha estado entre 6,6 y 6,9 litros/100 km, con un máximo de 9,7 litros/100 km; es decir, el consumo máximo es menor que el de un León TDi 110 CV (que tiene unos desarrollos más cortos y a velocidad elevada va más revolucionado el motor).