La competencia es muy fuerte entre los vehículos medios con motor turbodiesel de inyección directa. Nissan tiene el motor de más cilindrada (2,2 litros) y uno de los más potentes (110 CV) junto al motor TDi del Grupo Volkswagen (110 ó 115 CV). El resto de sus competidores se mueven con potencias entre 90 y 105 CV, lo que permite al Almera 2.2 Di destacar en aceleración. En cambio, su falta de elasticidad le resta agilidad y agrado de conducción en el uso cotidiano.
En consumo está ligeramente por encima de la competencia. Su consumo medio homologado es 5,7 l/100 km, lo mismo que el Alfa Romeo 146 JTD y el Opel Astra DTi, pero está por encima del Fiat Brava JTD (5,5 l/100 km), Peugeot 306 HDi (5,2 l/100 km), Renault Mégane dTi y Rover 25 SDi (ambos 5,1 l/100 km), Ford Focus TDdi y Seat León TDi 110 (ambos 5,0 l/100 km) o Volkswagen Golf TDi 110 (4,9 l/100 km). No obstante, las diferencias absolutas entre coches que gastan tan poco son casi despreciables, en términos de costo por kilómetro.
De cara al costo por kilómetro, puede ser mucho más rentable la garantía que da Nissan —cinco años sin límite de kilómetros— que unas décimas menos en el consumo medio. En lo que más destaca el Almera 2.2 Di es en relación precio equipamiento, el Nissan se encuentra bien posicionado, contando con un buen número de elementos en su interior y un precio competitivo. Con una habitabilidad trasera mayor, un motor con mejor respuesta en baja y menos ruidoso, y con desarrollos más cortos, el Almera 2.2 Di sería una alternativa muy interesante.