A quien con cierta frecuencia conduzca coches muy potentes, no le cogerá por sorpresa la capacidad de aceleración que es capaz de dar un coche de 280 CV en una carrocería relativamente ligera (1.420 kilos).
Es relativamente fácil encontrar coches capaces de acelerar más. Mucho menos habitual es tener la oportunidad de probar uno que haga las cosas con tanta eficacia cuando, además de acelerar, hay que frenar y girar.
Ninguno de sus rivales (bien sea de carrocería cupé o descapotable), van mejor. Un Porsche 911 (notablemente más caro) es más rápido, pero probablemente no más capaz de ir rápido por carreras de muchas curvas y sí más difícil de conducir.
No es una buena elección como coche para viajar mucho y al ritmo que permite su motor, al menos para quien encuentre el «placer de conducir» en un coche donde los kilómetros pasen con poca fatiga. No es cómodo por el ruido que llega al interior procedente el motor y de la aerodinámica, aunque está lejos de ser insufrible. Tampoco es cómodo por suspensión, pero en ocasiones es capaz de absorber determinadas irregularidades sin sacudir con violencia a los ocupantes.
Tiene un techo de lona. Con él puesto aísla peor del exterior que los coches que tienen un techo duro plegable, como el Mercedes SLK 350. Como descapotable tiene el inconveniente de que no protege muy bien a los ocupantes del viento a partir de una velocidad no muy alta. Por lo tanto, se puede concluir que el Boxster S es el mejor como deportivo entre los de su tamaño y potencia; que además sea descapotable queda en un segundo plano si lo que se busca son buenas cualidades dinámicas.
Hasta cierto punto es un coche funcional (asumiendo que sólo tiene dos plazas): tiene dos maleteros (280 l de volumen en total), maniobra bien y no queda muy cerca del suelo (no es fácil golpear contra bordillos). El inconveniente es que la visibilidad hacia atrás no es buena.
El puesto de conducción está muy bien resuelto con los asientos de serie (puede tener unos con mayor sujeción lateral). También es funcional porque tiene un buen número de huecos donde depositar cosas.
Por materiales y ajuste, la calidad de acabado es sobresaliente, pero es muy caro. Ninguno de sus competidores es más caro y otros con sustanciamente más económicos, pero este Porsche está bien por encima de cualquiera de ellos por cualidades dinámicas.
Está a la venta por 57.352 € y 60.194 € el automático («tiptronic») de cinco. El equipamiento de serie no incluye elementos como el climatizador (499 €) o el cargador de discos compactos (563 €). No puede tener conexión automática de luces, limpiaparabrisas automático, sistema de iluminación en curva.
Ahora bien, en la lista de opciones hay muchísimas posibilidades de personalización del interior y el exterior.