Como estoy convencido de que, tanto el Volkswagen Golf R32 como sus posibles rivales pueden ser deportivos plenamente satisfactorios, elegir cuál de ellos es el más conveniente puede ser realmente muy difícil.
Los que busquen la opción más deportiva, deberán descartar modelos como el BMW 325 ti Compact (192 CV) o el Mercedes C 320 Sportcoupé (218 CV), ambos con menos potencia, menos prestaciones y menos eficacia en carreteras con muchas curvas, aunque mucho más cómodos y para el uso cotidiano, sin renunciar a un talante de estilo deportivo.
Por relación entre el precio y prestaciones, el Golf R32 se encuentra ante dos rivales considerables: uno es el Opel Astra Coupé 2.0 T (192 CV) y el otro es el Honda Civic 2.0 Type-R (200 CV). El primero tiene un motor turboalimentado de menos potencia pero que ofrece unas prestaciones al nivel del R32 (ver cuadro de mediciones), buena estabilidad, un completo equipamiento, más amplitud interior y todo por un precio mucho más bajo. No llega a ser tan deportivo como lo es el Golf.
El Type-R tiene un motor 2.0 16V capaz de subir por encima de 8.000 rpm. Es menos potente que el R32 pero es más ligero, tiene un cambio de seis marchas con un accionamiento más rápido y es capaz de tutearse contra el Golf por su eficacia y capacidad de paso por curva. También resulta claramente más exigente de conducir al límite (no tiene control de estabilidad y pierde motricidad en algunas situaciones). El precio es mucho más bajo, pero también su nivel de equipamiento y calidad de acabado.
El otro duro rival del Golf R32 es el Seat León 1.8 20VT Cupra R (210 CV). No he tenido ocasión de probarlo, pero tiene menos peso y un motor turboalimentado que ofrece elevadas prestaciones, aunque menos potencia. También tiene menos equipamiento de serie y unos materiales peor acabados, pero su precio es muy inferior al modelo de Volkswagen (8.240 € más caro).
Algo parecido encontramos en el Ford Focus RS 200 (215 CV) y el Alfa 147 GTA (250 CV), dos coches que, sólo por precio, pueden parecer una opción más interesante que el Golf R32. Sobre sus aptitudes en carretera entraré a valorar cuando tenga ocasión de conducirlos. Tanto el Focus RS como el Alfa GTA tienen mejor relación entre peso y potencia, lo que a priori, parece jugar a su favor en prestaciones. La motricidad del R32 es mejor, pero eso solo influye en marchas cortas y a poca velocidad.
Además del Golf R32, sólo el Audi S3 1.8T (225 CV) y el Subaru Impreza 2.0 WRX (225 CV) cuentan con tracción a las cuatro ruedas. La del S3 es similar a la del R32 (con embrague Haldex), mientras que el Impreza tiene una tracción total permanente. Para rodar en invierno por carreteras de montaña de baja adherencia, parecen ser las opciones más recomendables por su superior motricidad.
Por estabilidad, el R32 es el que me parece más eficaz de los tres. El S3 tiene un precio, nivel de equipamiento y calidad de acabado similar a las del R32, mientras que el Impreza cuesta mucho menos, tiene una carrocería de cuatro puertas más versátil y con más maletero, menos equipamiento de serie y una calidad de acabado más pobre que el modelo de Volkswagen.
Como última posible alternativa aparece el Renault Clio 3.0 V6 Renault Sport, un deportivo exclusivo por concepción mecánica (motor V6 en posición central trasera) y precio (todavía más caro que el R32). La renovada versión es muy potente (tiene 254 CV), pesa poco y todo en él parece desarrollado para ofrecer una elevada eficacia en conducción deportiva. Al ser biplaza y tener un maletero muy pequeño (67 litros) es claramente un coche menos práctico en el uso cotidiano.